Pakistán reforzó militarmente su frontera con India, al tiempo que Nueva Delhi pedía el viernes a sus ciudadanos que no viajen al país vecino, en una nueva escalada de la tensión entre ambas potencias nucleares a raíz de los atentados del pasado noviembre en Bombay.
El ejército paquistaní moviliza en estos momentos hacia la frontera india tropas hasta ahora desplegadas en el noroeste del país, señaló un alto responsable militar bajo el anonimato. En el noroeste de Pakistán, se encuentran las zonas tribales fronterizas con Afganistán que cobijan a los talibanes y miembros de Al Qaida.
Paralelamente, se anularon "los permisos de todo el personal operacional" del ejército, declaró esta fuente. "No queremos crear ninguna histeria guerrera, pero debemos tomar medidas de seguridad mínimas para prevenir toda amenaza", afirmó.
Los dirigentes militares paquistaníes imitaron, según esta fuente, las medidas que creen que India ya tomó en las últimas semanas. El ejército detectó movimientos de tropas indias en las zonas fronterizas de la región paquistaní de Lahore (este), precisó.
Interrogado por la AFP, el portavoz militar paquistaní, el general Athar Abas, no quiso comentar esta información. Otro responsable de seguridad, explicó que "un número limitado de tropas ha sido retirado de zonas nevadas en la frontera occidental donde no participaban en ninguna operación".
Las relaciones entre India y Pakistán se degradaron con los atentados de Bombay, que dejaron 172 muertos, incluidos nueve de sus autores, y atribuidos por las autoridades indias a un grupo islamista basado en Pakistán.
Islamabad ha exigido a su vecino que le presente pruebas de esas acusaciones. Ambos países aseguran que no buscan la guerra, que sería la cuarta entre ambos desde su independencia en 1947, aunque han advertido de que responderán en caso de que el otro ataque.
Cualquier recorte significativo de las tropas en la frontera afgana acentuaría las preocupaciones de Estados Unidos y otros países occidentales, puesto que podría suponer un incremento de los atentados contra las fuerzas extranjeras en Afganistán.
El ejército paquistaní ya ha reducido en los últimos meses sus operaciones contra los militantes vinculados con los talibanes. Un portavoz de la rama talibán en Pakistán declaró el viernes que si el ejército transfiere a sus tropas para enfrentar una posible amenaza india, los militantes podrían suspender sus ataques. "No sólo evitaríamos los actos hostiles en el territorio tribal sino que también suspenderíamos los ataques contra las fuerzas extranjeras en Afganistán", dijo por teléfono Maulvi Omar, portavoz del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP).
Paralelamente, el gobierno indio pidió a sus ciudadanos que no viajen a Pakistán, después de que la prensa de ese país relacionara un atentado perpetrado en su territorio con el arresto de varios ciudadanos indios.
"Los ciudadanos indios son alertados de que sería inseguro para ellos viajar o encontrarse en Pakistán" después de la publicación de esas informaciones, declaró a la prensa el portavoz de la cancillería india, Vishnu Prakash.
El miércoles, una mujer murió y otras cuatro personas resultaron heridas cuando una bomba explotó en la carretera principal de Lahore. La prensa del país, citando a fuentes anónimas, indicó que un ciudadano indio fue detenido justo después de la explosión, lo que permitió arrestar después a otros compatriotas también vinculados presuntamente en el ataque. Islamabad hasta ahora no ha confirmado ni desmentido esta información.
Por su parte, el primer ministro indio, Manhoman Singh, convocó el viernes a los dirigentes militares del país. Singh se reunió con los responsables de la aviación, la marina y el ejército de tierra para revisar la "capacidad de defensa de India", declaró a la AFP un oficial de la jefatura de gobierno bajo el anonimato.
AFP