Martes 23 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Sumario al jefe policial que llevaba 32 chivitos
Lo investigan por presunta faena clandestina y traslado indebido. El comisario Escobar dijo que se los habían pedido sus compañeros. Comparó su caso con el de quienes traen chocolates de San Martín.

NEUQUÉN (AN).- El comisario inspector Juan Carlos Escobar, segundo en jerarquía en la Dirección de Asuntos Internos de la Policía de Neuquén, fue multado por traslado indebido y presunta faena clandestina. El jefe policial fue sorprendido en Chos Malal llevando en una camioneta policial 32 chivitos con destino particular.

Al ser Escobar uno de los responsables de investigar a los policías que cometen irregularidades, el jefe de la institución, Juan Carlos Lepén, sacó la causa de Asuntos Internos y le abrió un sumario disciplinario administrativo.

Escobar lleva 29 años dentro de la fuerza y está en condiciones de poder ascender a comisario mayor, una de las máximas jerarquías, aunque por este accionar podría ver truncada su carrera.

El comisario inspector dialogó con "Río Negro", reconoció el hecho y con toda sinceridad admitió que "eran chivitos para unos compañeros que me los pidieron aprovechando un viaje que hacía a la zona de Chos Malal".

El hecho ocurrió el pasado viernes. "Había sido comisionado a Tricao Malal y como es habitual en estos casos y principalmente en esta época del año, distintos compañeros de trabajo y familiares me encargaron si les podía traer un chivito de allá", relató Escobar.

Fueron 32 reses, 27 por encargo, 3 que compró para él y 2 que adquirió la persona que lo acompañaba en el móvil policial.

Al oficial lo pusieron en contacto con un faenador de la zona, Reinaldo Campos, quien además de venderle 32 chivos a 3.520 pesos (110 pesos cada uno) le habría entregado, según contó Escobar, todas las autorizaciones respectivas. "Al hombre lo vi a eso de las 20, tenía las llave del matadero y me dio la guía para el traslado de hacienda que lleva el número 00752 y que le costó 25 pesos", aseveró el policía.

El uniformado cargó los 32 ejemplares en la caja de una Ford Ranger de la Policía de Neuquén, utilizando así un móvil de la fuerza con fines particulares, y partió rumbo a la capital.

Al llegar, alrededor de 22:30, a la salida de Chos Malal por la ruta 40, Escobar fue detenido por un control conjunto que realizaba la Dirección de Tránsito de la Policía y Bromatología del municipio norteño.

Ese control es implacable. Hace dos meses al hermano del ministro de Seguridad, César Pérez, lo detuvieron por trasladar un caballo de carrera sin guía y también le hicieron un acta por la infracción.

Escobar continuó su relato aseverando: "yo entendía que con la documentación que traía no iba a tener inconveniente pero por lo que me dijeron la camioneta no contaba con las condiciones de traslado. Más allá de que les expliqué que no era con fin comercial, de que tenía el listado de la gente que me había encargado los chivos, a los que yo ahora tengo que devolverles la plata, no hubo caso", dijo con resignación el comisario.

"Primero me dijeron que lo podían tener en una cámara tres días hasta que contratara un vehículo frigorífico para el traslado. Después que lo iban a decomisar y por último que directamente tenían que ser incinerado a pesar de todo", agregó.

Agregó: "Yo les dije que los donaran a un asilo de ancianos o a un comedor comunitario pero me contestaron que no, porque estaba rota la cadena de frío", concluyó Escobar, a quien le labraron una infracción contravencional por vehículo no apto para traslado y presunto faenamiento clandestino.

"Ahora estoy haciendo el descargo respectivo para evitar cualquier mala comprensión de lo sucedido", aclaró el comisario inspector.

Desde la jefatura policial se le inició una investigación disciplinaria administrativa, informó el propio comisario quien adujo: "Admito mi responsabilidad, fue una imprudencia de mi parte pero actué de buena fe. Esto es como las camionetas que van a San Martín de los Andes y se les encarga traer chocolate", concluyó Escobar tratando de minimizar su accionar, que deberá ser evaluado desde la superioridad justo en época de ascensos.

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