NEUQUÉN (AN).- El papá del chico atropellado y muerto en Chos Malal, en agosto pasado, se reunió con el Ministro de Seguridad César Pérez a quien le advirtió que en el norteño departamento "no hay gente capacitada para cuidarnos". Además, reclamó porque el conductor que atropelló y mató a su hijo continúa en libertad a pesar de existir una resolución judicial que ordena su detención.
El pequeño Enzo Barahona (12) cruzaba el 6 de agosto a las 8 de la mañana la ruta 40 de la mano de su madre para ingresar a la escuela, cuando un conductor en estado de ebriedad y al mando de un Fiat Duna rojo lo embistió y desnuncó.
De acuerdo a lo narrado por su padre, Rubén, el conductor de apellido Riquelme habría sido visto minutos antes amenazando a un joven en la plaza de Chos Malal y hasta pasó cuatro controles sin que ningún policía lo detuviera.
La muerte de Enzo tuvo una inmediata repercusión en el pueblo por lo que hasta el intendente estuvo al frente de la única marcha que se realizó en clamor de Justicia.
En primera instancia la causa fue caratulada como homicidio doloso pero la apelación de un fiscal condujo a que un juez subrogante modificara la caratula por homicidio simple con dolo eventual que tiene una pena de 8 a 25 años de condena efectiva.
Esa decisión judicial conllevó la detención de Riquelme quien estuvo un mes tras las rejas pero el abogado defensor logró tras una presentación en la Cámara de Apelaciones que le otorgaran la libertad.
La abogada querellante de la familia Barahona, Cecilia Clementi, reaccionó frente a la decisión de la Cámara y logró que la misma Cámara dictará ahora la detención de Riquelme que todavía no ha sido efectivizada, según indicó.
El abogado defensor, según explicó Rubén Barahona, ha introducido un pedido de casación para que el Tribunal Superior de Justicia le dé la libertad definitiva a su cliente.
"Esta es una oportunidad única para el TSJ de demostrar que estas personas que andan ebrias al volante son un peligro para la sociedad", sintetizó el papá del pibe fallecido.
Al otro día de la muerte de Enzo se donaron los órganos del menor al Incucai con los cuales se realizaron ocho transplantes a lo largo del país.
"Estos pedacitos de Enzo sirvieron para dar vida. Yo era una persona y nunca más me voy a recuperar. Ahora, la gente que imparte Justicia deben tomar las cosas de otra manera y entender que quien maneja ebrio es como el mata con un arma", concluyó Rubén quien aguarda la detención del hombre que atropelló a su hijo y para abril próximo el juicio oral.