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	El sector automotriz es uno de los más castigados por la crisis internacional.

La producción industrial se desaceleró en noviembre de 2008 aunque se mantuvo en los niveles que en el mismo mes del año pasado, pero cayó 0,9% con respecto a octubre, según datos oficiales que revelan un fuerte impacto de sectores como el automotriz, que retrocedió 24,4%.

Según informó ayer y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), con respecto a octubre la medición de la actividad fabril con estacionalidad mostró una baja de 2,4% y la desestacionalizada una retracción de 0,9%. En el balance de los once meses, la actividad manufacturera exhibe un crecimiento de 5,3% en términos desestacionalizados y de 5,2% con restacionalidad.

De acuerdo al INDEC , los mayores retrocesos se registraron en los sectores automotriz (24,4%), refinación de petróleo (12,4%) y siderúrgico (11,1%).

De acuerdo al Estimador Mensual Industrial (EMI), en noviembre los mayores avances en la actividad industrial se registraron en el sector químico (11,5%) y de alimentos (10,7%). Otro rubro que mostró un importante retroceso fue el de refinación del petróleo, con el 12,4%, la producción de cemento 7,3%, mientras que la edición e impresión aumentó el 8,9%; y las manufacturas de plástico el 8,3%. La industria tuvo en el 2007 un crecimiento de 7,5%. El gobierno lanzó hace una semana medidas para paliar el impacto de la crisis financiera global en el sector automotriz, con el plan, por 9.000 millones de dólares, para financiar la compra de automóviles nuevos para vigorizar la demanda.

En este marco, las empresas que participan de la encuesta cualitativa industrial del INDEC expresó una extrema cautela en sus pronósticos para el 2009.

Según ese trabajo, el 92,6% no advierte cambios en su dotación de personal para el año entrante. Además, el 4,9% estimó que podría reducir su plantilla, en tanto apenas el 2,5 % evalúa la contratación de personal. A su vez, el 61,7 % dijo que la cantidad de horas trabajadas se mantendrá estable, mientras que el 24,7% estima un caída y apenas un 13,6% un incremento. Esta situación se da en un contexto en el que el 71,6% de las empresas entiende que el ritmo de la demanda interna no se modificará e incluso 17,5 % opinó que disminuirán. El 14,6% restante espera un crecimiento.