CHICAGO.- La política comercial de la futura administración Obama seguramente ponga el acento en el medio ambiente y los derechos sociales, temas que también podrían servir de pretexto a medidas proteccionistas, en una coyuntura en la que EE. UU. se hunde en la recesión.
"El nuevo presidente estará sometido a presiones proteccionistas mayores que las que haya experimentado cualquiera de sus predecesores después de 1930", prevé el subsecretario de Comercio saliente, Christopher Padilla. "La manera como maneje esta presión determinará la evolución de la economía mundial, así como el carácter de la economía estadounidense durante un cuarto de siglo".
La futura administración probablemente sea comercialmente más dura que el equipo de George W. Bush, quien en ocho años firmó acuerdos de libre comercio con 11 países.
Durante su campaña electoral, Barack Obama prometió que renegociaría el Acuerdo de Libre Comercio de Norte América (TLCAN) con México y Canadá, uno de los grandes objetivos de los sindicatos estadounidenses que apoyaron su candidatura. También prometió revisar el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur con el objetivo de obtener concesiones adicionales de Seúl sobre la importación de automotores estadounidenses. Este acuerdo, al igual que acuerdos similares firmados con Colombia y Panamá, agonizan en el Congreso ante la oposición de la mayoría demócrata.
Al presentar el viernes en Chicago a su representante de Comercio, Ron Kirk, Obama le dio la misión de "asegurar que todos nuestros acuerdos comerciales sean firmados en base a la reciprocidad".
Ello significa que los socios de Washington se comprometen en compromisos "mandatorios en el plano de las normas sociales y ecológicas a fin de evitar que se iguale hacia abajo y obtener por el contrario una mejoría del nivel de vida para todos los trabajadores", explicó el presidente electo, que asumirá funciones el 20 de enero.
Ron Kirk, que es visto como integrante de la tendencia librecambista en el seno del Partido demócrata, también tendrá a su cargo enfrentar el desafío de China, origen del mayor déficit comercial estadounidense. Obama ha criticado en el pasado la subvaluación del yuan, la divisa china, acusada de favorecer injustamente las exportaciones de Pekín.
Sin embargo, China acaba de dejar caer levemente la cotización de su divisa, luego de haber permitido durante tres años un alza progresiva del yuan frente al dólar. (AFP)