Lunes 22 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
LA SEMANA EN BARILOCHE: Zapato y piedra

Desde ya que los espacios de participación abiertos a la sociedad civil son más útiles y duraderos cuando surgen de una cierta movilización que cuando son concedidos desde arriba como un gesto de urbanidad. El programa de Presupuesto Participativo implementado hace cuatro años en el municipio local se ajusta más bien a la segunda variante. Y tal vez sea por eso que avanza a puro tropiezo y desengaño.

Una primera experiencia desarrollada por el gobierno anterior en los barrios Arrayanes, Eva Perón y El Progreso generó fuerte interés entre los vecinos pero fracasó a la hora de la ejecución de las obras votadas. La burocracia municipal y la falta de convicción de algunos funcionarios entorpeció los trámites a tal punto que algunos emprendimientos debieron esperar hasta tres años, como ocurrió con el tendido cloacal para el Arrayanes.

La Carta Orgánica estableció el PP como "instrumento de planeamiento" obligatorio. Y una ordenanza impone restarle no menos del 7% de los ingresos corrientes del municipio.

La gestión del ex intendente Icare reflotó el programa y lo aplicó en el 2007 en la delegación municipal Lago Moreno. Hubo otra vez un compromiso importante de la gente y una votación de la que participaron más de 600 vecinos definió las prioridades en la distribución de los tres millones de pesos asignados.

Este año el PP se extendió también a la delegación Cerro Otto, donde votaron 552 personas. Pero en Lago Moreno apareció la primera señal de alarma: en el comicio secreto para seleccionar los proyectos sólo expresaron su opinión 115 vecinos.

La decepción de los vecinos pone en riesgo la continuidad de una herramienta novedosa, que avanza en la misma línea de los institutos de democracia semidirecta pero encuentra en el poder pocos impulsores convencidos.

Es común escuchar entre los gobernantes la idea de que el PP debe seguir creciendo "pero en forma gradual", les preocupa que allí aniden los activistas de oposición y cuestionan los cálculos que obligan a multiplicar año tras año el dinero asignado al programa (en el 2009 serán 6 millones de pesos).

Preferirían que el PP quede confinado a la participación simbólica y acaparar los recursos para la ejecución de programas bajo el mecanismo tradicional, con un presupuesto extenso, caprichoso y plagado de promesas incumplibles, como el que aprobó el Concejo en su sesión del jueves.

El "problema" es que si un grupo importante de vecinos se involucra e incide en la elaboración del llamado "plan de gobierno" después no se olvida. Por el contrario exige y controla. En cambio, cualquier obrita escondida dentro del paquete general no tendrán después ningún grupo de presión que reclame por ellos.

Es indiscutible que los gobiernos tienen detrás los votos que los legitiman para gobernar por cuenta y orden de sus representados. Pero demasiadas veces se han apartado de sus postulados de campaña sin dar explicaciones ni pagar costo alguno.

Hoy algunos funcionarios parecen sufrir al PP como una piedra en el zapato. Es bueno recordar que fue incorporado a la normativa municipal con la aprobación unánime de la corporación política, la misma que hoy recela de sus resultados.

Ideal sería que la profundización del Presupuesto Participativo no se limite a democratizar la orientación del gasto sino que también se meta con los ingresos, de modo que el vecino pueda votar y decidir sobre la política tributaria del municipio.

Una utópica situación en la cual la comunidad en su conjunto tenga acceso a discutir y resolver tanto la prioridad en las demandas atendidas como la proporción en el reparto de las cargas.

Un tímido paso en esa dirección fue la audiencia pública realizada el año pasado para analizar el proyecto de reforma para la tasa de Servicios. Aun hoy muchos de los participantes se quejan de que los concejales aprobaron el proyecto sin atender los planteos allí escuchados. Más allá de las declaraciones políticamente correctas y de algunos postulados conmovedores de la Carta Orgánica, en el camino hacia una gestión pública "horizontal" queda mucho por hacer.

 

DANIEL MARZAL
dmarzal@rionegro.com.ar

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