- ¿Qué diferencia a Sendero Luminoso y a su líder Abimael Guzmán de las otras guerrillas de América Latina?
- Guzmán y Sendero surgen precisamente de una crítica a las otras guerrillas. Él descubrió que la estrategia del Che Guevara, que era la de una guerrilla foquista, que funcionaba en Cuba, no funcionaría en un país andino como Perú. La geografía es distinta y era una guerrilla que necesitaba armas, por lo tanto necesitan ser siempre dirigidas desde afuera por quien financiase las armas. Por eso, lo que hizo Guzmán fue utilizar una estrategia china bastante rara en América Latina, que es la estrategia de la revolución maoísta que, más que en armas de fuego, estaba basada en un convencimiento fanático de sus miembros y cuya principal arma era su gente dispuesta a lo que sea y eso también la convirtió en la guerrilla más letal de América Latina.
-En cuanto a la influencia de este grupo guerrillero en las universidades de Perú y la forma en la que ejercían la violencia, a pedradas y machetazos, ¿cómo es posible juntar gente para realizar estas prácticas?
- Porque tenían un objetivo trascendental. Para ellos el marxismo funcionaba como una religión, aunque eran ateos y materialistas, no era muy distinto el marxismo de una biblia y la utopía de una sociedad igualitaria no era muy distinta que el paraíso, ni Guzmán era muy distinto que un mesías. Cuando alguien tiene un objetivo político como la nacionalización de los hidrocarburos o la independencia de un país, tiene ciertos límites de la violencia a desplegar. Pero cuando tu objetivo es trascendental, el nuevo hombre, ellos se plantean en estos términos ser la vanguardia comunista del mundo. Cuando tu objetivo es de este nivel de trascendencia eso reduce la importancia de la vida, tanto de la tuya como combatiente como la de tus víctimas, porque una muerte, diez o veinte mil, siempre son pocos para la envergadura de tus objetivos. El otro hecho que los volvía violentos era que no tenían armas de fuego, ya que sólo obtenían las que les robaban a la policía o militares y las reservaban para enfrentamientos con ellos. Su gente solía atacar a machetazos o pedradas, lo cual los volvió muy violentos y difícil de controlar, inclusive para la misma cúpula.
-¿Quedó algo de Sendero Luminoso en Perú? ¿Cómo se revisa esta etapa?
- Quedan algunas columnas que estuvieron con Sendero que son las que operaban en las zonas cocaleras, que constituía una especie de Estado de los vecinos cocaleros y establecía el precio de la coca y cobraban una especie de impuesto por la venta al narcotráfico. Desmantelada la organización y capturada la cúpula, las columnas se quedaron en esa zona y se convirtieron en una especie de guardia de asalto del narcotráfico. Una escolta del narcotráfico, pero no es una organización política con objetivos políticos como lo era Sendero Luminoso. Si no es conocido fuera de Perú es porque durante muchos años fue desconocido dentro de Perú. Estamos hablando de un grupo que desplegó tal nivel de violencia y aterrorizó tanto a la población que nadie lo defiende. No tiene ni siquiera un nivel de polémica en torno a ellos como lo tienen otras guerrillas, como la de Argentina, por ejemplo. En los últimos años, y con este libro en particular, he tenido la impresión de que la gente, sin embargo, quiere tener una información más matizada, necesita saber más sobre quién era este hombre y este grupo, sobre cómo llegamos todos a lo que llegamos, porque la violencia no fue desplegada sólo por Sendero sino también por el Estado, que no era una dictadura sino gobiernos civiles y democráticos. Así que a mí me gustó mucho llevar el libro a Perú y he encontrado un gran interés de la gente por esta manera de contarlo, que es un reportaje, una historia que lo cuenta como una novela para que el lector saque sus propias conclusiones. Lo más impactante fue que les haya gustado tanto a terroristas que están en las cárceles como a militares. Y eso es muy emocionante, porque hasta ahora no había una versión que todos considerasen verosímil .
-¿A qué se debe la importancia que tuvo la participación de la mujer en una guerrilla de este tipo?
- Eran muy importantes las mujeres. Según ellos eran el 40% y de hecho eran, por lo menos, el 60% en la cúpula alrededor de Guzmán. La explicación más coherente que me dieron en la cárcel las mujeres de Sendero Luminoso es que es un país muy machista y los hombres son unos inútiles. Las que son capaces de dirigir contingentes de personas y llevar a cabo proyectos colectivos son las mujeres; ellas son más hábiles. También consideran que eran las más oprimidas y tenían mucha más rabia que los hombres porque se sumaba su condición de mujeres a sus reivindicaciones sociales. Lo que es significativo es que las mujeres siguen siendo, dentro de los que están presos, el corazón de Sendero. Muchos de los miembros de la cúpula cuando los intentas entrevistar te dicen que lo harán si los autorizan las presas de la cárcel de mujeres y eso es muy impactante, sobre todo porque en el fondo todas estas mujeres veneraban a un hombre e incluso hay en el libro fotos de las mujeres desfilando frente a la imagen de Abimael Guzmán.
-¿Qué papel juega la droga en relación a la guerrilla?
- En Perú, y no creo que sea muy distinto a Colombia, la droga cumple varias funciones. Primero, que rompe mucho al Estado y eso hace que la población y, principalmente, los campesinos cocaleros, necesiten un Estado paralelo que los defienda del Estado. Segundo, entra mucho dinero y eso permite financiar a las guerrillas. Cualquier movimiento violento de la zona sabe que puede conseguir dinero de ahí. Tercero, y esto es algo que manejaban Sendero Luminoso y también las FARC, es que el que compra las drogas es Estados Unidos y les importa muy poco que se droguen, pues ellos son sus enemigos.
-Teniendo en cuenta que toda América Latina está democratizada, ¿nota que hay demasiada tolerancia hacia lo que sucede en Cuba?
- Acá todo el mundo sabe lo que estamos esperando y no va demorar. Ya, desde España, Estados Unidos e incluso en Venezuela, están moviendo sus piezas para cuando muera Fidel y lo hacen con mayor o menor delicadeza. Pero está claro que todos están pidiendo que este régimen cambie, que si él está dispuesto a cambiar pacíficamente los intereses de todos los involucrados -también de los inversionistas extranjeros- van a estar más tranquilos y el propio régimen ha dado señales de que quiere cambiar y que lo va hacer lenta y burocráticamente. Pero es consciente de que la situación es bastante insostenible. Creo que en el caso de Cuba está pasando todo a nivel de negociaciones para el día después.
-¿Qué escenario vislumbra en una transición en Cuba?
- Es difícil decirlo, en la medida que tu liberas la economía. Incluso antes de la liberalización política, van a surgir grupos de poder que van a poner en cuestión el poder político. Los modelos que surgen después de la caída del Muro son la Unión Soviética que liberalizó todo y se llenó de mafia, la economía empezó a ser movida por mafias y terminó teniendo un líder como Putin que controla la economía, los recursos naturales, vuelve a muchas cosas de la Unión Soviética para poner un poco de orden y vuelve un régimen autoritario. La otra línea es la China que no libera nada de presión política, que continúa ejerciendo un férreo control de la libertad de expresión y sobre sus ciudadanos y que, sin embargo, va abriendo su economía de una forma controlada y va calculando que va a ser un proceso muy gradual y lento. Estudios de algunos economistas reducen la viabilidad de una transición democrática a si un país tiene 9.000 dólares per cápita, en cuyo caso su transición a la democracia será exitosa y si tiene menos, no. Habrá que ver entonces cómo interactúan los avances políticos con los económicos. Va a ser un proceso demasiado complejo como para hacer un pronóstico.
"Mercenario de las palabras"
Santiago Roncagliolo nació en Lima en 1975 y ha vivido en México, Perú y España. Su libro "Abril rojo" (Alfaguara, 2006) lo convirtió en el ganador más joven del "Premio Alfaguara de Novela", y está en vías de traducción a más de diez idiomas. Su novela "Pudor" (Alfaguara, 2004) ha sido llevada al cine. Además, ha publicado "El príncipe de los caimanes" y los cuentos de "Crecer es un oficio triste".
También ha escrito guiones de cine y televisión, traducciones literarias y libros para niños. En la actualidad, reside en Barcelona y colabora con el diario "El País".
Precisamente, enviado a su país por el matutino madrileño con el objetivo de escribir una serie de notas sobre la historia de "Sendero Luminoso", la tarea de Roncagliolo fue tan exitosa que ese material se transformó en el libro "La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso", editado en Argentina hace un año por "Debate".
En el sabroso comienzo del libro, el joven Rongagliolo cuenta la forma en que fue negociando con su editor de "El País" la necesidad de ir a Lima a escribir sobre Sendero y, de ser posible, entrevistar a su líder, Abimael Guzmán, hoy detenido en una base la Armada Peruana.
"¿Por qué un reportaje sobre Guzmán? Porque vende. O porque yo creo que vende. O porque es lo único que puedo vender. Siempre he sido un mercenario de las palabras. Escribir es lo único que sé hacer y trato de amortizarlo".
GABRIEL SALVIA (*)
(*) Miembro del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).