El jefe de Gabinete, Sergio Massa, dijo ayer no saber "si fue o no una operación" de la Justicia anunciar la liberación de ex represores y luego suspender la medida, pero advirtió que sí "claramente" se trató de un retroceso y una demostración de que, a veces, la chicana judicial tiene más éxito que la cuestión de fondo a resolver".
"Cuando hace algunas semanas la presidenta (Cristina Fernández) en otro tema dijo: ´la Policía detiene y detiene, y la Justicia libera, libera´ de una forma o de otra" estaba alertando sobre la falta de "celeridad" de la Justicia, aseveró el funcionario por radio Mitre.
Por su parte, el fiscal general de Casación, Raúl Plée, justificó su pedido de suspender la liberación de Alfredo Astiz y Jorge "El Tigre" Acosta, entre otros, al sostener que por ser personas involucradas en delitos de lesa humanidad "existe un mayor riesgo de fuga". Plée explicó que cuando presentó "el recurso" contra las liberaciones de los represores, "automáticamente" la Cámara Nacional de Casación Penal debió "suspender" la medida que había dictado el jueves último.
"Los delitos de lesa humanidad generan una situación muy especial y transforma a los involucrados en hechos agravantes. Por las características de las personas existe un mayor riesgo de fuga", indicó el fiscal en diálogo con radio Mitre.
Un día después de que el gobierno anunció que impulsará juicio político para los camaristas que fallaron a favor de las liberaciones de ex represores, Massa sostuvo que "hace falta celeridad en la Justicia para que la gente no tenga la percepción que tiene hoy de que cualquiera entra por una puerta y sale por la otra".
El viernes, tras la dura reacción de la Casa Rosada por la decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal de liberar a ex represores, el Tribunal dispuso la suspensión de la medida al aceptar la apelación del fiscal Pleé para que el caso sea definido por la Corte Suprema de Justicia.
Ayer por la mañana, se le preguntó a Massa si consideraba que la marcha y contramarcha en el caso que involucra a ex militares acusados de delitos de lesa humanidad "fue una operación de la Justicia para sondear cómo estaba el ambiente a ver si seguía o no adelante con las liberaciones dispuestas". "No sé si fue o no una operación, lo que claramente fue es un retroceso y una demostración de que a veces la chicana judicial o de parte de los letrados tiene más éxito que la cuestión de fondo a resolver", aseveró.
El funcionario remarcó: "Lo que acá pasó más grave es que hace tres años que se espera que se le ponga fecha al juicio". El jefe de ministros insistió en la necesidad de que los magistrados apuren los tiempos en el dictado de las sentencias. Justamente, recordó Massa, "anteayer el presidente de la Corte Suprema, (Ricardo Lorenzetti) dijo que si no hay celeridad en la Justicia, no hay Justicia y habló de la necesidad de acelerar los tiempos de los procesos, de informatizar la Justicia".