Sábado 20 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 40 > Policiales y Judiciales
Creen que Ampuero fue el jefe y le dieron 14 años
Los jueces consideraron que era quien daba las órdenes en la banda delictiva. Destacaron la violencia que empleó, ya que él fue quien golpeó a las víctimas.

ESQUEL (AEB).- La justicia chubutense condenó ayer a César Gustavo Ampuero a 14 años de prisión, al ratificar que fue el jefe de la banda que entre los días 22 y 23 de mayo de 2005 robó 330.000 pesos y 13.000 dólares al banco de El Maitén.

El tribunal lo consideró coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad coactiva agravada por resultar una de las víctimas mujer embarazada, otra mayor de 70 años y dos menores de 18 años, agravado por la participación de tres personas y la utilización de armas de fuego y robo calificado por haber sido cometido mediante la utilización de armas de fuego, todos en concurso ideal.

En su alegato, la defensora había solicitado que se aplique el mínimo de la escala penal (13 años y 4 meses), porque su defendido "no tiene antecedentes penales y porque no debe usarse en su contra la existencia de fugas", en referencia a que salió del país poco después del atraco y después, en Chile, se escapó dos veces de los carabineros.

Por su parte, el fiscal Fernando Rivarola pidió que se aplicara una pena de 27 años, al tiempo que adelantó la presentación de un recurso de revisión ante el Superior Tribunal de Justicia de la provincia, que también revisa las condenas de los otros tres integrantes de la gavilla Juan Antonio Bonnefoi (16 años de cárcel); Roberto Soto (10 años) y Jorge Luis Campos (9 años).

Entre los agravantes, el fiscal consideró que la banda mantuvo secuestrada toda una noche a las familias del gerente y del tesorero de la sucursal bancaria. "Ha quedado muy claro en el fallo: la cantidad de medios que se han dispuesto en forma organizada, la entidad del ataque a la libertad de nueve personas, la agresión física, la utilización de armas de fuego de alto poder ofensivo, una de ellas incluso con silenciador, y fundamentalmente si hay un extremo que ha quedado acreditado en la audiencia ha sido la extensión del daño y el peligro causado", resaltó a su turno el funcionario.

Secueslas psicológicas

Al parecer, aquellas personas que resultaron privadas de la libertad "padecen graves secuelas psicológicas que probablemente las acompañen en resto de su vida".

Pero también se afectó al Banco del Chubut y consecuentemente a la provincia, "no sólo por el dinero robado sino por los costos que se debió enfrentar luego para la persecución penal y la realización de dos juicios", subrayaron.

Al tipificar a Ampuero en su condición de jefe de la banda, el fiscal aseguró que "él daba las órdenes, fue el autor de las agresiones físicas a las víctimas, el encargado de la reducción, de determinar cómo y cuándo se llevaban a cabo cada una de las acciones", para concluir en que "con todo lo analizado se habla de un cierto grado de peligrosidad".

Al momento de la sentencia, el juez Ricardo Rolón tomó como agravantes las particulares características que rodearon el hecho y destacó "la peculiar gravedad del accionar desplegado por el autor en la consumación del suceso, realizado con culpabilidad plena, sin justificación y evitable".

El magistrado resaltó también "la naturaleza de la acción emprendida y la extensión del daño causado por el accionar reprochado, reflejándose en los dos grupos familiares de las víctimas, una multiplicidad de sufrimientos y aflicciones, que han perdurado y se han intensificado en el tiempo, afectando sus proyectos de vida".

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