NEUQUÉN (AN).- El cuerpo médico forense determinó ayer que Daniel Pino -de 30 años y cuyo cadáver fue encontrado el jueves flotando en aguas del río Limay- murió ahogado el mismo día que se denunció su desaparición, el pasado sábado.
Los investigadores tratan de determinar ahora cómo fue que llegó al agua y para ello buscan denodadamente testigos del incidente que derivó en su muerte.
Los peritos determinaron que los golpes que presentaba el cadáver fueron pos moretón y que las quemaduras en uno de sus brazos fueron producidas porque, flotando, las extremidades quedaron expuestas al fuerte sol.
El cuerpo de pino fue rescatado el jueves enredado entre los pinos que bordean el río Lima a la altura de la calle Obrero Argentino.
Se lo buscaba desde el sábado en toda la ciudad. No se sabía que podía estar en la zona ribereña.
El cadáver vestía bermudas rojas y estaba con medias. El estado del cuerpo dio para que se interpretara que estaba allí desde el sábado, cuando su mamá denunció la desaparición.
El caso está siendo investigado por la fiscal de Graves Atentados contra las Personas Sandra González Taboada que ayer tuvo en su poder los resultados de la autopsia.
Personas que paseaban por la costa del río -a la altura de Bóer y Obrero Argentino- dieron aviso a la Policía que en pocos minutos llegó hasta allí para organizar el operativo de rescate del cadáver, que flotaba boca abajo.
Lo rescataron sin grandes dificultades por el personal de bomberos y de la Policía.
También llegó hasta allí personal del cuerpo de Guardavidas del balneario municipal a bordo de una canoa pero todo había sido resuelto por los efectivos de bomberos.
Todo parece indicar que Pino murió ahogado pero se trabaja para determinar si se arrojó a las aguas por sus propios medios y si lo hizo con el solo objetivo de refrescarse.
Sería segunda víctima que se registra en la actual temporada pues el domingo hubo ya un primer ahora. El muchacho estaba en un lugar donde no hay servicio de guardavida.