BUENOS AIRES.- La intervención del cardenal Jorge Bergoglio para que el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, frene el acuerdo por el negocio del juego en la Ciudad, alteró los ánimos de empresarios vinculados al kirchnerismo, que tocados en sus intereses, prometen "una ofensiva" contra el primado argentino.
"Este cura siempre poniendo piedras en el camino", se le escuchó decir en la Legislatura porteña a un diputado con diálogo permanente con el ex presidente Néstor Kirchner.
La fuente consultada, que dejó trascender esos dichos, evitó más comentarios, aunque advirtió que (a Bergoglio) "se la tienen jurada".
Pero desde el macrismo niegan que el llamado de Bergoglio a la vicejefa Gabriela Michetti haya influido en Macri para no avalar este jueves el millonario acuerdo con la Lotería Nacional que beneficiaba, se especuló, al empresario Cristóbal López, a quien se vincula con Néstor Kirchner desde sus años como gobernador de Santa Cruz.
"No hubo nada de eso, la decisión (Macri) ya la había tomado el miércoles", confirmó a esta agencia una persona de confianza del jefe de gobierno.
Trascendió, sin embargo, que pesó más el escándalo por el "doble voto" de los macristas y la posición que adoptó Elisa Carrió, acusando al ex presidente de "asociación ilícita" y denunciando que "un amigo (por Cristóbal López) había financiado todas sus campañas electorales".
En cambio, otra fuente gubernamental porteña dio más crédito a los trascendidos sobre el llamado de Bergoglio a Michetti, e incluso dio detalles.
"Si aprueban eso es un escándalo", increpó -según la fuente- el purpurado porteño. Del otro lado del teléfono, Michetti escuchaba azorada las palabras de Bergoglio, a quien por primera vez oía como desencajado.
De confirmarse la versión, sería la segunda vez que Bergoglio roza los intereses de López. Casi a fin de 2007, se cruzó desde la curia porteña hasta la Plaza de Mayo para "solidarizarse" con los trabajadores despedidos por una pelea entre grupos sindicales del Casino Flotante, que regentea el empresario.
Ahora, los obispos corren el eje a la provincia de Buenos Aires. Allí, el gobierno bonaerense de Daniel Scioli dice estar abierto a escuchar sugerencias de la Iglesia sobre el "delicado" tema del juego. (DyN)