Pese a que Estados Unidos vive una de sus peores crisis y su desempleo alcanza cifras históricas, el sueño por un trabajo y una mejor vida en ese país ha llevado a la muerte en los últimos dos meses a más de 170 personas de una región de República Dominicana.
"Hasta que no vea a mi hija, no le voy a hacer velorio", ha insistido Martina Castillo, cuya hija, Natividad Nolasco, murió tras ser rescatada de las aguas del mar Caribe en un intento por llegar en lancha como indocumentada a Puerto Rico.
Nolasco, de 34 años y madre de cuatro hijos, falleció el 1 de noviembre en las islas Turcos y Caicos, tras haber permanecido dos semanas en alta mar con otros cuatro hombres en una pequeña embarcación al garete.
La mujer, que falleció mientras era trasladada por rescatistas a un hospital de la isla Providenciales, y los cuatro hombres eran los únicos supervivientes de 33 dominicanos que se hicieron a la mar el 19 de octubre para llegar como indocumentados a Puerto Rico.
Pese a que ya pasó mes y medio de la muerte de Nolasco, su cadáver permanece en Providenciales, en las islas Turcas y Caicos, debido a que su familia carece de recursos para pagar el traslado y la Cancillería dominicana ha tratado, sin resultados, de llegar a un acuerdo con una línea aérea.
Los demás viajeros fueron arrojados al mar conforme morían de hambre y deshidratación, con excepción de uno de ellos, cuyo cuerpo fue usado como alimento por los últimos sobrevivientes, según narraron los cuatro hombres tras ser rescatados y traídos a República Dominicana.
"Si tengo que hacerlo, me volvería a ir, porque aquí no hay empleo, no hay manera de sustentar a mi familia", aseguró Gregorio María Marizantz, uno de los cuatro que lograron salvarse, al volver a territorio dominicano.
Marizantz y los otros tres sobrevivientes, entre ellos su hermano Saulo, se encuentran detenidos tras ser acusados por la Marina dominicana de haber organizado el trágico viaje de indocumentados que llenó de luto a la provincia Duarte, en el noreste de República Dominicana.
Todos los viajeros, que pagaron unos 50.000 pesos (1.500 dólares) a los traficantes de indocumentados, salieron de San Francisco de Macorís, 135 kilómetros al noreste de Santo Domingo, y pueblos aledaños como Arenosos y Villa Riva.
Pero la lancha en la que murió Nolasco y otras 28 personas de la provincia Duarte fue sólo el comienzo de una serie de tragedias para la provincia, en donde se encuentra una de las principales zonas arroceras del país.
La Marina continúa la búsqueda de otra lancha que salió hacia Puerto Rico con unos 97 indocumentados, todos de Villa Riva, en la provincia Duarte, alrededor del 13 de noviembre.
Luego de que el 19 de noviembre el servicio de Guardia Costera de Estados Unidos anunciara que, tras cuatro días de búsqueda en 22.238 millas náuticas cuadradas concluía el rastreo de la embarcación, los familiares de los viajeros han alquilado lanchas y avionetas con la esperanza de hallar a sus parientes.
"Anduvimos todas las costas de Jamaica, Venezuela y Haití", detalla José Luis Paulino, vecino de Villa Riva y quien a sus 33 años ya ha viajado en varias ocasiones como indocumentado a Puerto Rico y ahora ayuda a buscar la lancha extraviada.
El propio alcalde de Villa Riva, Alfonso Regalado, se ha involucrado en la búsqueda de los viajeros y organizó una colecta para ofrecer 250.000 pesos (unos 7.100 dólares) como recompensa para quien ofrezca información sobre los indocumentados.
La provincia Duarte volvió a sufrir el pasado 5 de diciembre cuando fueron rescatados, cerca de la costa sur de Haití, dos hombres que formaban parte de otro grupo de 51 viajeros indocumentados, la mayoría de San Francisco de Macorís.
Los dos sobrevivientes, identificados como Diomito Rodríguez Santos, de 29 años, y Reinaldo Ramírez Gil, de 18, aseguran que permanecieron extraviados en el mar 22 días, en los cuales sus 49 compañeros murieron de inanición.
Al igual que los sobrevivientes del viaje anterior, Rodríguez Santos y Ramírez Gil fueron señalados por la Marina como miembros de una banda de traficantes de indocumentados.
La provincia Duarte "está en luto, en llanto y dolor por la muerte de estos muchachos que fueron tras un sueño", indicó la gobernadora de esa entidad, Luz Selene Plata, al recordar que todos los años miles de personas de esa zona tratan de llegar a Estados Unidos en forma ilegal.
Aunque las cifras de dominicanos que son detenidos en su intento por llegar en lancha a Puerto Rico han disminuido, sólo en las dos primeras semanas de octubre la Guardia Costera estadounidense reportó que interceptó y deportó a 240 indocumentados.
En el 2004, luego de la crisis provocada por los fraudes millonarios de tres bancos dominicanos, la Guardia Costera detuvo a 5.014 dominicanos cuando trataban de llegar a Puerto Rico en frágiles embarcaciones.
EZEQUIEL ABIÚ