Miércoles 17 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
"Artista es lo único que, poco o mucho, soy"
El ex líder de Zas, Miguel Mateos, se presenta el viernes en Neuquén. "Río Negro" entrevistó al músico que viene a presentar "Fidelidad". Habla de la precarización del lenguaje y de la música también.

Era Miguel Ángel Mateos Sorrentino (26-1-54) cuando a los doce años formó en Villa Pueyrredón su primer grupo de rock, "Cristal", que llegó a la final de un concurso organizado por la desaparecida revista Pinap en 1969. En el ´73, ingresó en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla y se especializó en guitarra, piano, canto y composición. Entre el ´79 y el ´80 se creó ZAS, con él a la cabeza en viola, teclados y voz. Desde entonces la vital historia musical de Miguel acumula público, recitales, siete discos con esta última banda, videos, programas de televisión, entrevistas, récords de ventas, centenares de miles de kilómetros, horas y horas de grabación y ensayos, teatros, estadios, giras de difusión y ocho compactos como solista: Obsesión (´90), Kryptonita (´91), Cóctel (´93) en vivo, Pisanlov (´96), Bar Imperio (´98), Salir vivo (´02), Uno (´05) y su reciente Fidelidad (´08).

Para las discográficas, él es un artista. También se considera de ese modo a los pocos que con su trabajo perduran a través de los años, a los que pulen el lenguaje que utilizan para profundizar la comunicación. Pero, cómo será para quien le pone el cuerpo a la definición? (Se toma tiempo para responder) "Las definiciones son algo que limita; definición, etimológicamente tiene que ver con límites. Artista es una maravillosa palabra. Yo no sé si las discográficas nos llaman así. Es un poco generoso de tu parte, porque nos llaman productos. Producto número 014, 015 que a su vez tiene los subproductos -sus discos- código 02799, sí? No sé? Yo me siento un artista, me parece que la palabra me define desde todo punto de vista. Ni siquiera un artista de rock. Me siento artista porque tengo una visión estética de la vida, muy amplia. Entonces, la palabra me gusta y cada vez que completo un formulario para visa o de ingreso a otro país, visa de trabajo como cuando voy a Estados Unidos, o entro a México, o tengo que llenar algo acá? Profesión? Artista (levanta el volumen de su voz) y a mucha honra (ríe). Es lo único que poco o mucho, soy.

-Viviste una época en la que responder de ese modo, significaba que el inquisidor uniformado replicara, le pregunté de qué trabaja.

-Sí, ha pasado por distintas épocas de consideración. Supongo que en el Renacimiento tenía mayor raigambre. No sé cómo se la verá hoy. Yo me considero artista más que músico, por ejemplo. Porque tengo, como te decía al principio, una visión estética de la existencia, mucho más abarcadora que solamente la música. Veo la vida en colores, la veo como una escultura, como un área musical, como una pintura; inclusive hasta con determinados valores existenciales que integran mi estética. Por eso, darme la palabra artista, es mucho más totalizador.

-¿Desde tu lado, cuándo se logra la comunicación con el, con los oyentes?

-Me siento realizado desde el punto de vista artístico cuando la canción que compongo en soledad, solitario? Como "Fidelidad" que forma parte del disco nuevo, escrita con una guitarra criolla y tapado con una frazada en una playa de Pinamar... Y me imagino cuál, cómo será la comunicación. No cómo voy a grabarla sino cómo comunicar eso cuando esté verdaderamente sobre un escenario. Ésa es mi visión de la artística. Yo grabo discos porque me interesa, me parece un juego, me atrae como registro, pero mi idea es comunicacional cien por cien".

Cuando creo una canción en el piano, pienso en la forma que voy a transmitirla en vivo. Y eso es absoluta comunicación. No veo otro sentido que transmitirla, aunque no esté regida por los mismos patrones, que no sea igual que en la grabación, donde todo es perfectible desde cualquier punto de vista. El vivo es el vivo, es la comunicación y es lo único en este momento, que salva a los artistas. Los discos se bajan de Internet, las copias truchas se consiguen ocho, diez veces más baratas que los originales. La industria discográfica está prácticamente destruida. O sea que lo único que salva y realmente es importante de verdad, es la comunicación que un artista puede tener arriba de un escenario, con el público.

-Y que la palabra transmita y respete tu inteligencia, tu esencia, y haga lo propio con la del otro.

-Sí, es cierto. Yo tengo un cuidado particular con la palabra. Soy un lector consuetudinario. Y tengo, siempre lo he tenido -aún siendo muy joven- el hábito de leer. Te diría que es casi una perversión (risas). No dejo salir cosas que no trabajé hasta el cansancio y simplifico imágenes; y cuando veo que me pongo muy metafórico, me odio porque quisiera ser más explícito. Tengo una búsqueda muy precisa del lenguaje, porque es algo que nos salva y nos puede seguir salvando. Hay que defenderlo hoy que no hay eñes en ciertas computadoras y se escribe sólo con la q. Hay una precarización absoluta del lenguaje, entre otras precarizaciones que reinan? Me da mucha bronca. Claro que hay salvedades y artistas maravillosos, gente con particular atención sobre el lenguaje- pero escucho letras de música popular casi vulgares. Igual se ha precarizado el sonido y se escucha música a través de un celular o de los parlantitos de una computadora. Siempre digo que se ha perdido la ceremonia de escuchar música. Recuerdo el día que llegó a mis manos "Sergeant Pepper´s Lonely Hearts Club Band" el disco de Los Beatles (1-6-67)... Fue una ceremonia, pasé un par de horas mirando su tapa. Y cuando lo puse en el tocadiscos, cerré la ventana, puse una vela y, si hay algún Dios, me comuniqué ese día. Esa celebración realmente mística y curativa de la música, se está perdiendo y hay que trabajar para recuperarla.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí