COSTA DO SAUIPE, Brasil. - Los presidentes del Mercosur realizaron ayer su 36ª Cumbre en una reunión ampliada a la participación de varios Estados latinoamericanos aunque no lograron acuerdos en los puntos centrales de la agenda, referidos al arancel externo común del bloque.

En tanto, la polémica en torno a la designación de Néstor Kirchner en la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas continúa, pero deberá tener un receso obligado ya que el canciller de Brasil, Celso Amorim, decidió postergar el debate hasta el año próximo.

En el encuentro realizado en Costa do Sauipe (nordeste de Brasil), se volvió a criticar a las naciones desarrolladas por la crisis global, aunque con marcadas diferencias de enfoque entre los países.

Cristina Fernández sostuvo que la región debería "reclamarles a esos países, que son responsables de lo que estamos viviendo, actuaciones políticas más proactivas" para resolver la crisis. Aunque tuvo un discurso breve, se ocupó de dejar en claro que no hay una visión unívoca dentro del bloque por la forma de encarar la crisis.

Lula en cambio dijo que "la voz del Mercosur comienza a ser oída en los foros internacionales, y ahora tenemos que profundizar nuestras propuestas para enfrentar la crisis internacional".

A diferencia del gobierno argentino, el uruguayo Tabaré Vázquez manifestó el "beneplácito" de su país con Brasil por el "liderazgo que asumió a nivel internacional haciendo escuchar la voz el MERCOSUR".

Las marcadas diferencias en este terreno llevaron incluso a que el presidente de Guyana, Barrat Jagdeo, llamara la atención sobre si Brasil y la Argentina "representan el pensamiento del resto de América Latina".

El ecuatoriano Rafael Correa llegó al balneario brasileño con la idea de presentar su declaración de default de bonos de deuda y reclamó por las demoras en la creación del Banco del Sur como herramienta para el financiamiento. Pero el mexicano, Felipe Calderón fue claro en su postura pro mercado, al asegurar que "la única forma" que tiene la región de asegurar su crecimiento es atraer inversiones a la región.

La multiplicidad de voces, sin embargo, no logró ocultar la falta de un acuerdo definitivo sobre dos de los puntos centrales de la reunión del bloque, relativos a las normas y los aranceles que rigen la circulación de mercaderías entre los países asociados. La expectativa era que la reunión del Consejo del Mercado Común consiguiera cerrar un acuerdo que sería presentado a los presidentes en la Cumbre de ayer, pero ello no ocurrió. El bloque busca una fórmula para evitar que un producto pague un arancel al ingresar y vuelva a pagarlo al ser reexportado a otro país asociado, una queja que los países europeos han expresado reiteradamente en las negociaciones con el grupo sudamericano.

En el orden político, el gobierno no pudo hacer prosperar la candidatura del ex presidente Kirchner para la Secretaría General de UNASUR. "No es urgente", concluyó Amorin, por lo que se decidió pasar la cuestión del secretariado general para un nuevo encuentro en abril.

Uruguay es el principal opositor a la candidatura de Néstor Kirchner. "Es un tema de dignididad", fue la justificación uruguaya esbozada a fines de octubre cuando trascendió el rechazo a Kirchner en UNASUR. La verdadera razón radica en la permisividad del ex presidente argentino con los corte de ruta anti-Botnia en Gualeguaychú que tensaron la relación bilateral. (AFP y DyN)