PALERMO (DPA).- En un gran operativo contra la mafia en el sur de Italia, unidades especiales de los carabinieri detuvieron ayer a casi cien personas en Palermo y en el interior de la isla de Sicilia.

La operación apuntaba sobre todo a impedir el intento del jefe fugitivo Matteo Messina Denaro de rearmar la Cosa Nostra siciliana unos 15 años después de la detención de Totò Riina. Entre otras cosas, a los detenidos se los acusa de pertenencia a banda delictiva, extorsión y tráfico internacional de armas y de drogas.

Investigadores y políticos calificaron el golpe contra la Cosa Nostra de operación de alcance considerable en la lucha contra el crimen organizado. "Una conclusión importante de nuestras investigaciones es que la mafia se mantiene fiel a sí misma", declaró el fiscal del Estado de Palermo, Francesco Messineo.

"Sus estructuras, sus métodos, sus proyectos, al final, son siempre los mismos". A los investigadores les ayudaron tres nuevos testigos principales, que ofrecieron detalles, para poder armar "un nuevo mapa de la mafia en Palermo".

Según se informó, también aportaron numerosos detalles sobre decenas de extorsiones y sobre el persistente tráfico de drogas y de armas de los jefes sicilianos.

"El estado demuestra que cada vez más está en condiciones de detener el crimen organizado y destruirlo", dijo el presidente de la comisión antimafia del Parlamento en Roma y ex ministro del interior Giuseppe Pisanu. "La ´Operación Perseo´ aniquila el amplio plan de la mafia en Palermo de posicionarse nuevamente en Italia y en el exterior", dijo, aunque destacó que el combate contra la mafia aún no está ganado.

La Cosa Nostra fue golpeada en el momento decisivo de su reorganización, dijo el miembro de la comisión Giuseppe Lumia. Los jefes de la mafia siciliana siguen viendo a Riina, en prisión desde 1993, como su jefe, y algunos de ellos comenzaron a reestructurar la central de mando en acuerdo con el detenido. A ello contribuyó el jefe Denaro, pero le fue impedido por otros jefes mafiosos. El mando central de la mafia siciliana organizado nuevamente tenía la tarea, como en el pasado, de ordenar desde Palermo los crímenes y de tomar decisiones importantes.

Las investigaciones se extendieron más de nueve meses y habrían sido imposibles sin escuchas telefónicas, se dijo. "Con la Operación Perseo de hoy todos los nuevos lugares de mando importantes de la Cosa Nostra fueron desarticulados", dijo el jefe nacional de la comisión antimafia Pietro Grasso. "Así como en junio de 2006 logramos que la Cosa Nostra se arrodillara, ahora conseguimos evitar su resurgimiento".