Miércoles 17 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 37 > Deportes
OPINION: Juego de niños

Suena casi imposible no simpatizar con Tigre, cuando hoy comience el triangular que definirá al nuevo campeón del Apertura. La decisión del club de mantener casi el mismo plantel con el que hace poco más de un año logró el ascenso a Primera y las actitudes serenas del DT Diego Cagna invitan al apoyo, pues son actitudes no muy frecuentes en medio de un fútbol argentino cada vez más histérico. Coherente, Cagna hizo que sus jugadores se distendieran en la práctica supuestamente decisiva del martes entrenándose con niños, incluyendo a hijos de los propios integrantes del plantel.

El Torneo Apertura se había devorado un par de meses antes a Claudio Borghi, otro DT que buscaba calma en medio de la tormenta. Pero no pudo hacer lo mismo con Cagna, quien asoma como el mejor discípulo de Carlos Bianchi, no sólo porque logra extraer lo mejor de sus jugadores, sino ante todo porque, con bajo perfil, está logrando unir grupos que hablan mucho adentro de la cancha, a la hora de jugar, y dejan a otros los titulares escandalosos de la prensa en los días de semana.

Parece fácil hacerlo. Pero no es sencillo mantenerse calmo en medio de los gritos, liderados por el relator de "Fútbol de Primera", que insiste todos los domingos por la noche afirmando que el fútbol argentino tiene "el torneo más competitivo del mundo", como quienes en su momento se enorgullecían porque "la 9 de Julio es la avenida más ancha del mundo" y Corrientes, "la más larga", como si ello fuese indicativo de algo. ¿No podría indicarle alguien que cese con ese latiguillo que suena casi a burla cuando la realidad indica que la mayoría de los partidos son de regular para abajo y que la paridad se debe esencialmente a que no hay un gran equipo capaz de dominar a los demás? ¿No basta acaso el ejemplo de River, primero del Clausura y último del Apertura? ¿O admitir que el Apertura "está para cualquiera", cita que incluye también a Lanús? Y "cualquiera", que se sepa, no es justamente un elogio para un equipo que pretenda ser campeón.

Pero esa es la realidad. El ridículo sorteo de partidos realizado en la AFA, con presencia de los representantes de los tres clubes, suscitó protestas porque podría tornar inútil el tercer partido, o darle a Boca la chance de enfrentar a un Tigre desmotivado. Pero, a esta altura, será campeón el que acumule más méritos. Si Boca, eventualmente, fue favorecido por algunos arbitrajes en la fase regular, el domingo ante Colón le anularon mal un gol y terminó sufriendo un partido que parecía fácil. Podría decirse que su experiencia pesa en esta clase de definiciones. Lo mismo se dijo cuando terminó regalándole a Estudiantes el Apertura 2007. Las radios y la tele, y en parte esta misma columna, parecen obligados a recubrir de palabras una previa que se agota en sí misma, apenas comienza a rodar la pelota.

Lo graficó como nadie el actual entrenador de Barcelona, de España, Josep Guardiola, el día previo al clásico del domingo pasado que su equipo terminó ganándole 2-0 a Real Madrid, tras una semana pródiga de polémicas estériles y palabras cruzadas: "Muy bien, para la prensa ya ganamos 5-0, ahora tenemos que salir a jugar".

 

EZEQUIEL FERNANDEZ MOORES

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí