EL BOLSÓN (AEB). El hallazgo de 60 kilos de pirotecnia ilegal conmocionó ayer a la comarca andina, a la vez que estuvo en peligro la integridad del personal de un depósito de encomiendas que se dio cuenta que caía pólvora negra de una caja y que "podría haber explotado en cualquier momento".

La mercadería, distribuida en cuatro cajas de buen porte, había sido despachada desde Neuquén en un micro de larga distancia y tenía como destino final un kiosco céntrico de la localidad de El Maitén, aunque su propietario tenía que retirar los paquetes en la terminal de El Bolsón.

El propio juez municipal de Faltas, Diego Medina, encabezó el procedimiento en el cual se secuestraron los juegos artificiales, al parecer fabricados en forma clandestina.

Habían sido bajados de la baulera de un coche que cumplía el trayecto desde el valle hasta Esquel, lo que también trajo incertidumbre a los investigadores en función que "a ésta altura del año los colectivos viajan llenos. Imagínese la catástrofe si se activa algún elemento en el viaje", resumió una fuente consultada, preocupada por la escasez de controles en las rutas argentinas.

En concreto, luego que la anormalidad fuese sospechada en la guardería de equipajes, de inmediato se dio aviso al Escuadrón 35° de la Gendarmería Nacional, que tomó cartas en el asunto y comunicó la novedad al Juzgado Federal, a cargo de Leonidas Moldes, con asiento en Bariloche para que se inicie un expediente. Se precisó que trámites similares se harán en la capital neuquina, ya que no pudo determinarse si la manufactura allí o si sólo es una ciudad de paso.

En tanto, peritos de la policía local, junto a personal de Inspectoría del municipio y una dotación de bomberos voluntarios procedieron a labrar las actuaciones de rigor y sacar las voluminosas cajas del depósito para hacerlas detonar en un terreno baldío en el acceso norte, sobre la ruta nacional 40 y en medio de extremas medidas de seguridad.

El descubrimiento puso en alerta a todos los sistemas de prevención, toda vez que en la mayoría de los municipios cordilleranos está prohibida la entrada y comercialización de fuegos artificiales por el peligro de incendios que implica. Sin embargo, se consigna que en El Maitén es habitual que en las fiestas navideñas sus habitantes hagan estallar fuegos artificiales por doquier.

Desde la empresa expresaron "la imposibilidad de saber qué viene adentro de cada encomienda no declarada. De todas maneras, nos pegamos un susto bárbaro cuando nos dimos cuenta que era pólvora", dijo el vocero.