San Lorenzo de Almagro dio esta tarde un gran paso hacia el título del torneo Apertura de fútbol al vencer a Tigre por 2-1 en el primer partido del triangular final.
El sábado próximo San Lorenzo se medirá con Boca Juniors en la cancha de Racing desde las 18.30 y si gana habrá logrado el décimo título a nivel local, en tanto que un empate o una caida extenderá la definición para el martes de la semana venidera, cuando choquen xeneizes con Tigre.
El equipo de Victoria se quedó sin el arquero Daniel Islas en el tiempo de descuento por un manotazo a Pablo Barrientos, por lo cual no podrá estar en el eventual choque con Boca, lo mismo que Diego Castaño, amonestado. Juan Carlos Blengio ocupó el arco durante tres minutos.
Pablo Barrientos y Gonzalo Bergessio pusieron al Ciclón en ventaja por dos goles en solo tres minutos durante un primer tiempo que por momentos apabulló a su rival, que cometió errores que no se le vieron casi en la fase regular del certamen.
Leandro Lázzaro, que ingresó en el segundo tiempo, descontó cuando faltaban quince minutos para el final.
El Pitu Barrientos, por derecha, y Santiago Solari, por izquierda, tuvieron correderas libres, al tiempo que Tigre tuvo enormes problemas para controlar los desbordes de ambos. Por esa vía llegaron los dos goles del equipo que dirige Miguel Angel Russo. Fueron los artífices del mejor momento de los de Boedo.
En Tigre volvió a flaquear su figura en el torneo, Martín Morel, que deambuló sin rumbo y hasta cometió un error grave en el primer gol de San Lorenzo.
Rusculleda y Matías Gimenez fueron intrascendentes y la voluntad de Carlos Luna arriba no encontró sociedad para complicar al rival.
San Lorenzo, dominador desde los quince minutos, tuvo rápido hándicap para el resto del partido con el gol de apertura a los 17 minutos.
Hubo un desbande en la tribuna de Tigre, tirando los apoyos de las butacas hacia la cancha, pero la misma barra puso orden con un par de trompadas a quienes habían lanzado los proyectiles. Tras el pitazo final, algunos jugadores se le fueron encima a Laverni, y el más descontrolado, Blengio, fue controlado por Cagna, quien se llevó a su dirigido hacia el vestuario.
DyN.-