Un notable incremento en la habilitación de comercios gastronómicos, y en especial de aquellos que expenden comidas preparadas acondicionadas en recipientes y bandejas plásticas, encendió la luz de alerta.

Bromatología advirtió sobre los posibles riesgos que acarrea el mal uso de tales envases, que no son aptos para los hornos de microondas, una práctica extendida, por los peligros para el organismo humano.

"Las bandejas, bolsas y otros recipientes de material plástico en los cuales se envuelven y expenden las comidas preparadas listas para consumir, pueden estar aprobadas como envases para contacto directo con los alimentos. Sin embargo, no son aptos para recalentar las comidas, en especial si se usa el horno de microondas", se destacó.

Si se utiliza un envase no apto para recalentar a las temperaturas de estos aparatos, puede suceder que con el aumento del calor estos envases se deformen o derritan parcialmente, y que partículas propias se desprendan del mismo y se incorporen y mezclen con los alimentos.

Este es un proceso que se llama "migración" que provoca, durante el recalentado, que sustancias tóxicas del envase "viajen" hacia los alimentos incorporándose al cuerpo luego de ingeridas. (AR)