VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- La Policía continuaba ayer la intensa búsqueda del principal sospechoso del ataque al padre Héctor Galbiati, de 82 años, ocurrido en la madrugada del domingo en el barrio Once. Según informaron fuentes allegadas al sacerdote y del Hospital local donde permanece internado, el cura se recuperaba favorablemente e inclusive presentaba buen ánimo y pudo brindar más datos a la policía. "No es un delincuente común, es muy sádico. Un delincuente común no actúa con ese sadismo. Inclusive esta persona presenta alteraciones morbosas", detalló el comisario Nelson Andrés Ledesma de la comisaría 28 local. El sospechoso tendría entre 25 y 30 años y no sería de La Angostura.
El delincuente ingresó a la casa del padre entre las 2 y 3 de la madrugada por una de las puertas que se encontraba abierta. Sorprendió al cura mientras dormía, lo ató con el cable del teléfono y cinta de embalar y comenzó a golpearlo durante varias horas con distintos elementos contundentes, entre ellos, se presume, una tabla de picar carne. El cura, agotado de los golpes, en un momento se habría hecho "el muerto" para que lo dejara de golpear.
En tanto, el delincuente le exigía que le dijera donde estaba "el dinero" y revolvía toda la casa. Alrededor de las 6 de la mañana el hombre se fue del lugar. Según el comisario, el sacerdote logró desatarse solo y activó la alarma del depósito para alertar a los vecinos y a la policía, ya que le habría cortado todos los teléfonos.
La policía local se encuentra trabajando junto a la policía de San Martín y Junín de los Andes, puesto que el sospechoso se tomó un taxi desde esta localidad hasta San Martín el domingo a las 6 de la mañana.
"La pista es firme. Un vecino describió una persona con similares características físicas que salía de la casa del padre, características que después detalló el taxista que lo llevó", agregó el comisario. El taxi lo dejó en la terminal de ómnibus de San Martín y según testigos el hombre se quedó sentado un rato en el lugar. El taxista que lo trasladó declaró que al momento de pagarle el viaje le llamó la atención la billetera con bastante dinero y billetes de una moneda extranjera, presumiblemente euros. También, llevaba una guitarra con características particulares que pertenecería al cura (en la funda había impresa una frase en italiano). La policía intenta determinar si el delincuente se encuentra en la zona o viajó hacia algún lugar.
"El padre le decía que no tenía dinero, le dijo que la plata estaba en el depósito, el único lugar de la casa donde estaba la alarma, así iba y le sonaba, pero el delincuente no le creyó. Después de revolver toda la casa encontró un sobre con dinero, entre 8.000 y 10.000 euros", aseguró Ledesma.
"El delincuente sabía quien era porque le decía padre. Le pedía la plata, le pegaba y le pedía perdón, le decía que lo perdonara", detalló el comisario.
