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Fábrica tomada, un símbolo de la actual crisis | ||
La decisión gremial de los empleados de no abandonar sus puestos de trabajo hasta no cobrar la indemnización refleja la puja en torno a la disposición que demuestra el gobierno de asistir a las grandes corporaciones pero no a la gente común. | ||
CHICAGO (AP).- Una fábrica de puertas y ventanas que fue tomada por su personal, mayormente hispano, tras anunciar su cierre se ha convertido en un símbolo de los padeceres de los trabajadores en la actual crisis económica. La fábrica, Republic Windows and Doors, dejó de funcionar abruptamente la semana pasada, luego de que el Bank of America desistió de seguir financiando sus operaciones. Desde entonces, unos 200 de sus 240 trabajadores se han estado turnando en la ocupación de la planta y dicen que no se irán hasta que no reciban garantías de que se les pagará una indemnización y las vacaciones que tienen acumuladas. La disputa refleja el malestar que hay en torno a la disponibilidad que tiene el gobierno para asistir a las corporaciones pero no a la gente común. "Éste es un caso muy sencillo, en blanco y negro, que todo el mundo puede entender´´, expresó James Thindwa, director ejecutivo de Jobs With Justice, una coalición nacional de sindicatos, grupos comunitarios y otras organizaciones. Apolinar Cabrera, quien llevaba 17 años trabajando para Republic, se quedó sin trabajo ni beneficios justo cuando su esposa se aprestaba a dar a luz su tercer hijo. "No sé qué voy a hacer´´, declaró Cabrera, quien tiene 44 años y trabajaba en el departamento de envíos. Grupos de entre 50 y 60 trabajadores mantienen tomada la planta las 24 horas del día, con turnos de ocho horas. El sindicato asigna algunos empleados para que limpien la empresa y se aseguren de que es un sitio seguro. Otros aceptan donaciones de comida que les llegan a la puerta. Muchos permanecen afuera de la planta, donde colgaron una enorme bandera de Estados Unidos. La protesta, que recibió el apoyo de Barack Obama, del gobernador del estado de Illinois Rod Blagojevich y de dirigentes de los derechos civiles, generó otro fenómeno: dio a los sindicatos, que han estado perdiendo afiliados y fuerza por años, la oportunidad de demostrar que todavía siguen vigentes. "Espero que éste sea el comienzo de un movimiento de resistencia en serio´´, comentó Leah Fried, del Sindicato de Trabajadores de la Electricidad Unidos, que representa a los empleados de Republic. | ||
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