La anécdota es conocida: Madonna se pasaba horas sentada a las puertas de una compañía de discos esperando a que entraran sus ejecutivos para endosarles un casete con sus canciones. Sobra aclarar que un día la leyenda viviente del pop consiguió que alguien la escuchara. El resto es historia.

Casi treinta años después, uno de los grandes referentes del pop nacional, Zeta, miembro fundador de Soda Stereo, aseguraba que obrar de este modo en el nuevo siglo podía resultar completamente inútil.

El negocio de las discográficas ya no se centraliza en rastrear a las promesas escondidas del pop o del rock como un día lo fueron Madonna o Cindy Lauper. Son los grandes rostros los que reciben toda la atención y dificilmente una bandita con hambre de gloria pueda hacerse de un espacio en el estrecho punto de mira de las empresas comercializadoras de música. Cómo si no tuvieran suficientes problemas con internet, los mp3 y los sistemas de transferencia de música gratis ¡Por favor!

Como una forma de compensar semejante indiferencia, nuevas herramientas de difusión han surgido en los últimos ¿meses? que les permiten a los grupos de la actualidad salir de su oscuro e indeseado anonimato.

La primera de ellas que vio la luz fue el, ahora calificado en franca decadencia -bueno, al menos eso dice "Wired"-, blog. Luego las bandas y los músicos encontraron un espacio amigable en Youtube, donde podían colgar sus videos por modestos que estos fueran, y no mucho después MySpace. Aquí las cosas comenzaron a cambiar. El famoso sitio de videos y música, tiene una plataforma dúctil que les permite a los artistas mostrar su trabajo tal cual ha salido de su estudio de grabación y completarlo con una adecuadra biografía.

Finalmente, llegó Facebook.

El blog no ha perdido validez. Aunque está claro que su estructura se evidencia algo rústica para los requerimientos de los músicos contemporáneos. Podría decirse que el blog fue pensando para el uso denodado de la palabra.

La utilización de codes para incorporar cierto tipo de imágenes o grabaciones digitales, hacen que darle cuerpo multimedia a un blog requiera de ciertos conocimientos avanzandos.

Ahora bien, Youtube por sí sólo no alcanza. Colgar un video para que lo vean los amigos es una idea razonable, sin embargo, insuficiente. Un video es una gota de agua que cae sobre un océano de información: otros videos que abarcan no sólo música sino los extraños malabres de una tortuga ninja o compleaños número 103 de la abuela. No es un lugar adecuado para alguien que se precie de creador musical a la caza de su público.

La suma de ambos, un blog en Blogger y videos en Youtube, fue y es una posibilidad que no pocos toman. Buscando cruzar los caminos es que surgió MySpace. Las plantillas de este sitio son permisivas y tienen la ventaja de intercalar texto con fotografía e imagen en movimiento. Para una banda de rock alternativo que debe revelarse distinta a todo y a todos es un opción muy aceptable. Por supuesto, competidores de MySpace, como Bebo, Sonico, entre otros, ofrecen similares prestaciones aunque no sean tan conocidos en Latinomérica.

De este modo un anónimo buscador de música encontrará, con menos filtros y ruido ambiente, a un grupo escasamente difundido. En su sitio escuchará tres o cuatro de sus canciones, presenciará la grabación de un recital en vivo, recorrerá su álbum fotográfico y leerá sus datos biográficos. Nada mal.

El desembarco en el universo de la net de Facebook, no ha representado sólo un canal a través del cual se recuperan viejos conocidos, familiares o se dan cita personas por primera vez. Es también otro de los recursos que las bandas poseen hoy para volverse más populares. No es raro que un conjunto, que tiene un par de discos alternativos dando vueltas en el circuito under, le pida a una gran cantidad de miembros de Facebook "ser su amigo". De este modo, si uno acepta, se enterará de las actividades del grupo y sabrá con exactitud las fechas de sus presentaciones o cuando está, por ejemplo, como invitado en un programa de radio o televisión.

Un pequeño número de estas bandas o cantantes pasarán a un plano de mayor exposición. Pero incluso sin ser demasiado populares, si su música logra conectar con una fracción de un público inquieto, estarán en condiciones de apelar al Facebook o al mail directo para organizar un recital.

Viéndolo así, se parece sólo muy leventemente a lo que hacían las bandas de rock hace unos años. Alguna vez los Rolling Stones confesaron que sus propios grupos de fans compraban sus discos para dar la sensación a los comercios de que ya eran conocidos. Formar estas tribus de seguidores era un trabajo que se desarrollaba cara a cara, en los mismos bares donde tocaban.Los artistas de hoy conservan el mismo espíritu con la diferencia de que una vez en casa pueden seguir haciendo prensa de sí mismos.

Claudio Andrade
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