San Lorenzo, el puntero con el compromiso de mayor riesgo en la última fecha del Apertura, logró un ajustado triunfo sobre Argentinos Juniors por 1-0, en el incómodo estadio Diego Maradona de La Paternal, y forzó un triangular para definir al campeón.
El delantero Gonzalo Bergessio, tras capitalizar un error defensivo rival a los siete minutos del primer tiempo, marcó el gol "azulgrana", defendido con dramatismo hasta el final de la calurosa tarde. Entre el miércoles próximo y el martes 23, con una fecha intermedia el sábado, San Lorenzo definirá el título con Boca Juniors y Tigre, que también vencieron respectivamente a Colón de Santa Fe y Banfield.
Argentinos, que despidió a su director técnico Néstor Gorosito (futuro entrenador de River Plate), terminó el partido con diez hombres por la expulsión de Ignacio Canuto a cuatro minutos del final. Caliente, como la previa rozada con versiones de soborno e incentivación, fue la final de la emocionante tarde en La Paternal, donde Argentinos jugó para desmentir toda sospecha pero chocó contra un equipo templado para definiciones infartantes.
De arranque, San Lorenzo se apoyó en la fortuna y la seguridad del arquero Agustín Orión para sostener un embate de Argentinos, que buscaba la victoria bajo la consigna coreada por su gente: "El Bicho no se vende".
El paraguayo Aureliano Torres salvó sobre la línea un demorado tiro de Mauro Bogado a los 4 minutos y en la jugada siguiente Orión manoteó en la línea un cabezazo franco de Escudero a metros del arco. Dos minutos después llegó la apertura del marcador para brindarle mayores matices emotivos a la gran final de La Paternal. Bogado cerró mal un pase de Barrientos a Silvera, le cedió la pelota a Bergessio y el héroe de los goles importantes batió a Torrico con un derechazo.
Lo que siguió hasta el final de la primera parte fue un virtual "parto" para San Lorenzo. Argentinos, sin claridad pero con entusiasmo, lo apretó contra el arco de Orión y regó con centros el área desde todo punto del estrecho campo de juego.
El equipo de Miguel Angel Russo, que eligió defenderse sin la pelota, penó ante cada rechazo y vivió la parte inicial con la angustia de palpitar el empate en cada avance rival. Pese al dominio local, San Lorenzo tuvo las situaciones más claras en las contadas ocasiones que pudo superar el asedio. Un centro de Silvera que Solari no alcanzó a conectar y un remate de Bergessio que lamió el palo izquierdo fueron chances claras para el segundo.
La estrategia defensiva del puntero varió para la segunda parte y evitó tanto sufrimiento. Cristian Ledesma, perdido en el período inicial, creció en la marca y la tenencia de la pelota, pese a mostrar imprecisión en el botín derecho.
El mayor protagonismo de la visita aplacó el ímpetu local y orientó el partido al ritmo que le convenía para conservar la ventaja.
Argentinos, con sus delanteros en una mala tarde y su defensa sin garantías, se mostraba como un equipo con problemas en ambas áreas, un aspecto clave para jugar en el Maradona. Excepto el susto del final, San Lorenzo monopolizó las llegadas y tuvo cuatro ocasiones claras, entre los 13 y 37 minutos, para asegurarse el acceso a la final.
Bergessio, por su incansable batallar ante toda la defensa, y el paraguayo Aureliano Torres, por la capacidad de ejecución en la pelota parada, fueron las armas más peligrosas.
Barrientos, astuto para quitarle ritmo al partido con su habilidad, se transformó en una figura clave, especialmente en el final cuando Santiago Solari observaba el juego desde el banco de suplentes. La relativa tranquilidad que tuvo San Lorenzo en el segundo tiempo se quebró en el descuento con una media vuelta de Rafael Viotti que sorprendió a Orión, cerca del palo izquierdo.
Por lo demostrado a lo largo de la tarde, hubiese sido un injusto castigo para San Lorenzo, que mostró credenciales de campeón en una cancha con pocos antecedentes de festejo foráneo.
Télam