CIPOLLETTI (AC).- Se acercan las fiestas y como todos los años la pirotecnia ingresa en la agenda de temas públicos. Entre quienes creen que directamente hay que prohibir su venta y los defensores de su uso, hay un sinfín de posiciones intermedias que hacen eje, básicamente, en la importancia de concientizar sobre la utilización responsable de estos productos.

Que no sea manipulada por los niños, que sólo se venda a mayores de edad, que haya más controles para evitar la venta de productos no autorizados y que los locales que comercialicen este tipo de elementos tengan una habilitación especial, son algunas de las medidas que se esgrimen como necesarias.

Y si bien en Cipolletti y Neuquén muchas de estas acciones están contempladas en la normativa existente, los concejales de ambas ciudades creen que hay que comenzar a estudiar en profundidad el tema para poder legislar en un mismo sentido.

"El tema de la pirotecnia quedó agendado para comenzar a tratarlo en próximas reuniones", aseguró ayer el presidente del Concejo Deliberante local, Abel Baratti, sobre el último encuentro que mantuvieron esta semana los ediles de ambas ciudades.

Una de las posibilidades que se debatieron, aunque en principio someramente, fue la prohibición de venta a menores de 18 años, un reclamo de muchos sectores preocupados por los accidentes que todos los años afectan sobre todo a los niños.

La preocupación surgió ante la inminente apertura de la venta de estos productos, que en Cipolletti será el lunes y que en Neuquén ya comenzó hace dos semanas.

En este sentido, Baratti especificó que la legislación en Cipolletti prohibe la venta a menores de 16 años y que sólo se puede comercializar pirotecnia entre el 15 de diciembre y el 10 de enero. Además señaló que los comerciantes deben realizar un curso obligatorio de manipulación y tener el negocio habilitado para esta actividad.

Como medidas complementarias, el municipio está promocionando "el no uso de pirotecnia debido al riesgo potencial que implica".

El secretario de Gobierno, Alfredo Muruaga, resaltó que el motivo es que los productos son "explosivos" y pueden producir quemaduras, lesiones oculares, afectar la audición y generar lesiones graves en la visión.

Remarcó la necesidad de que el uso de la pirotecnia "esté reservado exclusivamente a adultos responsables".