NEUQUÉN (AN).- Antes de su recital de anoche, Divididos visitó la cerámica Fasipant y prometió regresar para tocar junto a los obreros el próximo año. Ricardo Mollo alentó a los trabajadores a continuar en la lucha por mantener las fuentes de trabajo digno.

Cuando el sol pegaba fuerte sobre las bardas, una camioneta cruzó el portón de la fábrica y desembarcaron los miembros de "la aplanadora del rock". Con look despreocupado Mollo, Arnedo y Ciavarella se aprontaron a recorrer cada centímetro de la gran cerámica, guiados por el secretario general del Sindicato de Ceramistas, Alejandro López.

Faltaban pocos minutos para la hora pactada para realizar la prueba de sonido en Bloke, el lugar donde Divididos anoche hizo estallar el buen rock. Pero eso poco le importó a Ricardo Mollo, que se tomó todo el tiempo para que le contarán la historia de Fasinpat. Preguntó de todo, de funcionamiento, producción, maquinaria y rutinas; metió las manos en la arena prima con la que se fabrican los cerámicos y espió por un orificio el fuego de los hornos.

"Es una expresión de vida. De verdad, me mataron. Abrir una fuente de trabajo ya es de una dignidad tremenda y sostenerla durante siete años la verdad, es impresionante. Ojala que sigan con este espíritu, no se contamine con una politización esta situación y que le sigan abriendo fuentes de trabajo a muchas más familias. ¡Adelante", deseó el líder de Divididos, en un breve contacto con la prensa.

"Ver esto es corroborar lo que tenía entendido que pasaba. Un lugar de trabajo, libre de contaminación política, eso me parece increíble" agregó, como si sus palabras anteriores no bastaran para reflejar cuánto le impactó conocer de cerca la realidad de una fábrica que se sostiene por el trabajo de sus obreros.

Muchas fueron las bandas que colmaron el playón del predio para realizar recitales solidarios, en apoyo a la lucha ceramista. Divididos no será menos. El compromiso está asumido, solo queda ajustar algunos detalles para el próximo año. "Les vamos a armar algo", aseguró Mollo en complicidad con los obreros. "Seguramente nos sumaremos nosotros también", le dijo a la prensa.

A un año de su última presentación en la región, Divididos tocó anoche en el boliche de avenida Olascoaga y Pumamarca. Repitiendo el éxito anterior, el power trío recorrió su discografía que arrancó con "40 dibujos ahí en el piso" de 1989 y termina por ahora en "Obras cumbres".

La banda, de la mano de Arnedo y Mollo, se formó luego de que Sumo dejara de existir a la muerte de Luca Prodan. Desde aquel entonces, cultivaron el rock and roll hecho a la usanza de la "vieja escuela". Se convirtieron en un referente casi exclusivo en el rock argentino y están a un paso de transformarse en una leyenda viva.