La tablita de Machinea establece que el impuesto a las ganancias que tributan los empleados sube a medida que el empleado gana más porque se le permitían menores deducciones.
Afecta a los trabajadores que cobran más de $ 7.000 por mes, después de los descuentos de obra social y jubilaciones.
Para determinar el impuesto a las ganancias se toman los ingresos del trabajador, a esos ingresos se les restan ciertos rubros como esposa, hijos, etc. y al resultado del ingreso menos las deducciones, se le aplica el impuesto a las ganancias de acuerdo a una escala determinada. El porcentaje del impuesto crecía más que proporcionalmente a medida que subía la ganancia calculada.
La característica de la tablita consistía en que, a medida que se incrementaba el ingreso de los trabajadores, las deducciones por esposa, hijos y demás rubros iban disminuyendo, en consecuencia crecía el monto sobre el que el empleado tenía que pagar el impuesto a las ganancias e, inclusive, pasaba más rápido de categoría hacia tasas cada vez mayores.
Otro problema de la tablita en periodos con inflación es que los incrementos de salarios por el costo de vida determinan que mucha gente pueda deducir cada vez menos gastos y pague más impuestos.
Si a un empleado le ajustaban el salario para compensar la inflación, tenía más ingreso nominal, pero la tablita lo tomaba como un aumento del ingreso real y, por lo tanto, el empleado terminaba pagando cada vez más impuesto a las ganancias porque, por el funcionamiento de la tablita, podía deducir menos gastos hasta llegar un punto en que, a cierto nivel de ingreso, no se le permitía deducir ningún gasto.