El Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automovilismo aprobó en París decisivas medidas de ahorro para la Fórmula 1, como respuesta a la crisis global que afecta al sector de la automotriz. "Estos cambios propuestos tienen el acuerdo unánime de los equipos, que han jugado un gran papel en su desarrollo", señaló el CM en un comunicado en el que queda claro que las opiniones a veces enfrentadas entres ambas partes encontraron en la crisis un lugar común.
Entre las medidas destacan las que afectan a los motores: los pilotos dispondrán en 2009 sólo de ocho propulsores para toda la temporada, por lo que habrá una reducción del 50 %. Además, no habrá tests durante el campeonato y las fábricas deberán permanecer cerradas durante seis semanas al año.
El motor de ocho cilindros en el futuro deberá tener una vida útil de tres carreras en lugar de las dos de ahora y tendrá una potencia máxima de 18.000 revoluciones por minuto.
A partir de 2010, los equipos privados dispondrán de un paquete completo por valor de cinco millones de euros por parte de un fabricante o de un productor de motores independiente. Esos motores deberán durar hasta 2012.
Las medidas llegan con cierta urgencia por la crisis económica mundial que ya provocó la salida de Honda. El equipo está en venta y si no hay comprador, habrá nueve teams en el 2009.
La reducción de personal es otro de los objetivos, algo que pretende lograrse compartiendo información sobre neumáticos y combustible para eliminar la necesidad de "observadores".
Hasta ahora los técnicos, ingenieros y mecánicos tenían poco descanso. En el fin de semana de un GP se reducirá el personal dentro y fuera del box. Aunque la FIA no habló de una cifra, está claro que en el futuro un menor número mecánicos tendrá permitido encargarse de un auto. (DPA)