SIERRA GRANDE (ASG).- La relación entre la directora del hospital de Sierra Grande, Cristina López y el gremio de ATE, es cada vez más tensa.

El origen del conflicto fue el pedido de descargo que hizo la funcionaria a un trabajador que recibió a un asesor de la Defensoría del Pueblo.

Hace unos días un trabajador del sector de Servicios Generales y algunos delegados de ATE recibieron y facilitaron el ingreso del asesor de la defensoría, Orlando Crociati, al interior del hospital, quien incluso tomó fotografías del lugar.

Ese trabajador de servicios generales fue intimado por la directora, a través de una nota que envió a la administradora Lidia Fortunatti, a que en el término de 48 horas haga un descargo por la presencia del funcionario.

El enfrentamiento que tiene la directora López con el personal especialmente afiliados al gremio de ATE, es notorio y la denuncia que hizo la delegada, María José Corominas, ante la Defensoría -exponiendo la situación edilicia, laboral y administrativa del hospital- fue el detonante de la visita de Crociati.

La tirantez es notoria al punto tal que la directora responsabiliza al trabajador, a quien le pidió el descargo de cualquier faltante o el agregado de documentación e insumos del hospital.

Ahora las delegadas Corominas, Angélica Carignano y Soledad Cornelio, denunciaron esta situación públicamente. "Es una clara persecución laboral", dijeron.

"Las denuncias que hacemos es para defender al hospital, sabemos que las condiciones no son las mejores, hacemos denuncias para que el ministerio deje de hacer oídos sordos", sostuvo Corominas.