ISLAMABAD.- Pakistán atacó a sus grupos islamistas tras los atentados de Bombay, pero los analistas destacaron hasta el momento que actuó bajo presión internacional y pusieron en duda su capacidad de acabar con organizaciones protegidas durante tanto tiempo por los militares.
Respondiendo a esas presiones, Islamabad lanzó esta semana una amplia operación contra la fundación Jamaat-ud-Dawa considerada la cara pública del grupo islamista Lashkar-e-Toiba, acusado por la India de los ataques simultáneos que causaron 172 muertes en Bombay.
Este viernes se produjeron nuevas detenciones e interrogatorios a miembros de esa fundación.