Viernes 12 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Triste fin de clases para la escuela 154: la desvalijaron

NEUQUÉN (AN).- La joya más preciada de la escuela 154 era una fotocopiadora con escáner que hace seis meses el hipermercado Wal Mart le entregó luego de que los chicos juntaran más de 5.000 envases vacíos de gaseosas. Es que muchos de los niños viven en la meseta, en los alrededores del basural.

El miércoles por la noche, por lo menos dos personas entraron con furia a la escuela del barrio Ciudad Industrial, rompieron puertas, desparramaron polenta y dulces por el piso y se llevaron la fotocopiadora de los esfuerzos, dos computados (las únicas de todo el establecimiento), un reproductor de DVD, un viejo televisor y alimentos.

La escuela -ubicada en el corazón del barrio de monobloques- tiene un servicio de alarma contratado por el Consejo Provincial de Educación (CPE) pero es la tercera vez que la roban en los últimos meses. Está a unos 50 metros de la comisaría 20.

-¿Por qué no funcionó la alarma?

"Se olvidaron de activarla desde la empresa", dijo la directora del establecimiento Dora Battaglia al ser consultada por "Río Negro".

-¿Quién responde ahora?

-No lo sabemos, perdimos todo. Esta mañana lloramos todos, estamos preparando la colación para el martes y no tenemos ganas de nada, hasta el dulce para la torta de los chicos se llevaron -comentó la directora.

"Fueron a todos los lugares donde sabían que había cosas de valor, se ve que conocían bien la escuela; es terrible pensar que se trata de gente del barrio", agregó la maestra María José Soto.

Los sujetos -habría huellas de por lo menos dos- "palanquearon" la puerta de la cocina y luego fueron hasta la dirección, donde estaba la fotocopiadora. Allí abrieron la puerta con un boquete de casi un metro de diámetro, y se llevaron todo.

"La fotocopiadora es muy pero muy útil porque hay muchos chicos que no tienen otra manera de tener el material sino a partir de las copias que hacíamos acá", sostuvo la directora.

En medio de la indignación, alrededor de las 10, se convocó a los vecinos a una reunión de padres para las cuatro de la tarde. La convocatoria salió a través de la radio y la televisión. Pero, a esa hora, sólo un par de papás se habían acercado para ver qué había pasado.

"Hubo un gran esfuerzo de los chicos y de los docentes para lograr tener cosas, no hay cooperadora y tenemos muchas necesidades. Este es un golpe muy fuerte, una manera muy triste de terminar el año", sostuvo María José Soto.

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