Viernes 12 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Se oficializó el acuerdo frutícola con Moscú

La presidenta Cristina Kirchner oficializó esta semana con su presencia en Moscú el protocolo sanitario para que la Argentina pueda exportar frutas hacia el mercado ruso.

Tal como lo había anticipado "Río Negro", el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria (Senasa) había alcanzado un preacuerdo que fue rubricado por el vicepresidente del Senasa, Carlos Casamiquela, y el presidente del organismo sanitario ruso, aprovechando la gira presidencial y las necesidades de traer buenas noticias al país.

"Lo importante es que se firmó lo que exigía Moscú. Ahora hay que ver como implementamos las exigencias del protocolo. En este sentido, la fruticultura argentina está en muy buena posición de poder cumplir los requisitos sanitarios respecto de otros proveedores", confió un exportador regional.

Rusia es, en la consideración por país, el segundo mayor mercado de las frutas argentinas (detrás de Brasil), con el 23% del volumen exportado y el 20% del valor en 2007, con ventas por u$s 185,7 millones, conformadas por 360.567 toneladas de peras, limones, manzanas, naranjas, mandarinas y uvas, que, en ese orden, significaron el 98% de los despachos al país. Este año, hasta octubre, los despachos al país alcanzaron casi 370.000 toneladas, por u$s 268,9 millones.

El conflicto que puso en jaque esos envíos comenzó en junio pasado, cuando Rusia le informó a la Argentina que comenzaría a exigir el cumplimiento de una ley de 1998, que fija el nivel de residuos tóxicos que pueden albergar las frutas, un requisito que ya le había puesto a la Unión Europea a fin de 2007. Los empresarios del sector lo vieron como una traba paraarancelaria, debido a que la norma establece parámetros aún más rigurosos que los que estipula el Codex Alimentarius, el código global creado por la Organización Mundial de Alimentos (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En agosto, la Argentina envió una contrapropuesta que suavizaba las condiciones. Pero Rusia la rechazó en septiembre, y anunció que suspendería sus compras al país a partir del 1º de octubre.

Luego de una especie de paréntesis de 60 días que consiguió el Gobierno en una gira del canciller Jorge Taiana por Moscú,

Así, el próximo 15 de diciembre entrará en vigencia el nuevo protocolo para exportar. Si bien el nivel de toxicidad identificable no habría sido tocado, se consiguió que se aplique en etapas hasta abril, a fin de que los productores puedan adecuar las plantaciones y, junto con los empacadores, aceiten la logística de declaraciones juradas que, de ahora en más, deberán firmar ambos para cada cargamento. Otro cambio respecto de la pretensión inicial rusa es que, de hallarse un nivel de residuos superior al permitido, se sancionará a la empresa en cuestión y no al país.

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