Viernes 12 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Maniatan y asaltan a un abogado y su familia
Fue en Dina Huapi y se llevaron un vehículo cargado. Hubo persecución y dejaron el auto para huir a pie.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El abogado Martín Joos, hermano mayor del juez Correccional Gregor Joos, sufrió un asalto en su domicilio ayer por la mañana, pero los delincuentes se vieron obligados a abandonar el auto en el que huían en proximidades del lago Gutiérrez, al advertir que eran perseguidos por patrulleros policiales.

Las autoridades lograron recuperar el vehículo robado y los elementos de valor que los delincuentes habían cargado en él, pero el hecho no quedó en grado de tentativa, sino que se considera consumado, porque se llevaron dos billeteras y dos teléfonos celulares de los damnificados.

El episodio se inició aproximadamente a las 9 de ayer, cuando el abogado Martín Joos, domiciliado en la calle Los Notros 195 de la localidad de Dina Huapi, estaba por salir de su casa en su Renault Mégane.

En esas circunstancias fue abordado por dos encapuchados armados, que lo obligaron a reingresar al domicilio donde se encontraban su esposa y sus hijas.

Una vez en la casa los asaltantes ataron y amordazaron al abogado y a su esposa, y les ordenaron que no los miraran, mientras revisaban en forma minuciosa cada rincón de las dependencias en busca de dinero. Al entrar cortaron el cable de la línea telefónica, y durante casi dos horas se dedicaron a cargar en el auto de mayor porte de la familia, un Mégane, dos televisores y efectos de valor, además de ropas, las billeteras y celulares.

Cuando las víctimas escucharon que los delincuentes se retiraron en el auto, una de las chicas desató a Joos y éste se comunicó con la Policía por otra línea telefónica que los asaltantes no advirtieron.

Dina Huapi está ubicada a unos 14 kilómetros de Bariloche, y a mitad de camino comienza la ruta de Circunvalación que concluye en la ruta 40 sur, frente a la entrada al barrio 34 Hectáreas.

La persecución policial se inició cuando los delincuentes aún circulaban por la Circunvalación, y se prolongó por la ruta 40 casi hasta el final del perímetro del lago Gutiérrez, a más de 20 kilómetros del centro de la ciudad. Conocedores de las circunstancias, probablemente, presumían que al llegar al destacamento policial del lago Mascardi iban a ser interceptados, y decidieron abandonar el vehículo con su carga y continuar la huida a pie por esa zona de bosque y monte.

Agentes de la comisaría 28 del barrio Alto y de la Bora realizaron un intenso rastrillaje en toda la zona, pero la frondosa vegetación que cubre los campos facilitó la fuga de los malvivientes. La investigación se centralizó en la búsqueda de huellas y en los elementos hallados en una riñonera que los delincuentes olvidaron en el Mégane.

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