SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una discusión entre miembros de dos familias del barrio 169 Viviendas, en el Alto de la ciudad, situadas a menos de 100 metros entre sí, desencadenó en episodios de violencia que conmocionaron al barrio y ocasionaron un herido de arma blanca y otro de arma de fuego.
El juez Martín Lozada ordenó la realización de cinco allanamientos vinculados con los hechos, y por el momento sólo hay un detenido, sospechoso de haber efectuado disparos con un arma larga, pero no habría tenido responsabilidad en las lesiones que sufrió uno de los protagonistas.
Los incidentes habrían comenzado el martes por la tarde con una discusión entre un joven de la familia Linconir y el padrastro de los hermanos Iberra, de apellido Colipi.
Sin embargo, de acuerdo a la esposa de Linconir, de apellido Quiñelén, la guerra se desencadenó cuando Pedro Iberra, de 28 años, tocó a la puerta de su casa, en el edificio 7 del barrio, y al salir su hijo Diego, de 17 años, le efectuó un corte en el cuello con un arma blanca, afortunadamente de poca profundidad.
Esta agresión habría motivado que más tarde hubiera intercambio de disparos, con participación de allegados a ambas familias, y que el jefe de la familia Linconir intentara arrollar con su camioneta a Pedro Iberra.
Ayer por la mañana, a las 11:30, se habría presentado en la vivienda de los Linconir Pedro Iberra, acompañado por su novia, que es hija de Quiñelén, presumiblemente para hacer las paces, pero a la mujer la habría agredido uno de sus hermanos, y a Iberra le habrían efectuado varios disparos, de los cuales uno le habría impactado en la cabeza y otro en una pierna.
Además, lo habrían golpeado con piedras y palos hasta dejarlo malherido.
Esta acción tuvo una respuesta inmediata por parte de los Iberra, que atacaron la casa de la familia Linconir y les destrozaron los vidrios de las ventanas y los muebles.
Hasta ayer por la tarde el único detenido en relación con los hechos era Alejandro Lepín, como sospechoso de haber disparado con una escopeta, y mientras tanto Pedro Iberra se encuentra en estado grave en el Hospital Zonal. Pasadas las 20 continuaba en terapia intensiva, con respiracion asistida y un catéter de descompresión para aliviar el hundimiento de cráneo que presentaba en la región occipital, producto de un disparo o de los abundantes golpes que le aplicaron cuando ya estaba fuera de combate.
Pedro Iberra registra una condena a cinco años de prisión que le aplicaron el 24 de octubre de 1998 por robar con armas en una verdulería del barrio Alto.
El 6 de julio de ese año a las 20.30, armados con un cuchillo y una escopeta o pistolón, en compañía de Pablo Aguayo asaltó el negocio de Angel San Martín, ubicado en Onelli y Guillelmo, y se llevaron 300 pesos luego de amenazar también a los empleados y clientes que se encontraban en el local. Después fue detenido por diversos hechos que le adjudicaron, pero las autoridades no tenían registradas otros condenas posteriores.