A las 18:20 del domingo 14 de diciembre, cuatro ilusiones (porqué no Lanús) estarán tras un regalo de navidad, nunca tan cargado de incertidumbre. ¿Alguien se anima a ponerle el moño y aventurar un destinatario?
Se viene una definición memorable, como nunca antes, al menos en torneos cortos. Tres punteros, un escolta con chances y apenas una fecha para completar el calendario. Si Boca, Tigre y San Lorenzo ganar sus respectivos compromisos el domingo, será necesario un triangular para dilucidar quién se quedará con el título. Ni hablar si estos tres equipos llegan a empatar y el ´Granate´, el cuarto en discordia y a dos puntos de la vanguardia, supera a San Martín (T). Sería necesario entonces recurrir a un cuadrangular, situación totalmente inédita en el fútbol argentino.
Para encontrar un hecho similar, hay que retroceder 40 años. En el Nacional de 1968, el Vélez de Carlos Bianchi y Daniel Willington prevaleció en un triangular del que también tomaron parte River y Racing.
Seguramente no habrá que buscar en este Apertura ´08 equipos record o imbatibles, de delanteras temibles o defensas inquebrantables. Cada uno de los que hoy hacen cumbre en la cima del campeonato tuvo su momento en el torneo, y en el balance esa coyuntura le alcanzó para ser protagonista principal de la parte final de esta novela.
San Lorenzo no arrancó de la mejor manera el campeonato. Cayó precisamente ante Tigre en la fecha inaugural, pero a partir de ahí, metió un raid de ocho victorias, mechado con apenas un empate. El encadenado de éxitos lo llevó a lo más alto del torneo desde la 5ª fecha, sitial que ocupó hasta la 16ª, cuando cayó 3-1 con Lanús.
El antes y el después del ´Ciclón´ está marcado en el 1-2 ante Racing por la 11ª. A partir de ahí el equipo de Russo ganó apenas uno de seis encuentros, para recuperarse nada menos que ante Huracán e Independiente, con sendas goleadas por 4-1.
Boca dejó pasar una chance inmejorable ante Gimnasia el último domingo: ya no depende sólo de su suerte para ser campeón. El empate del ´xeneize´ en La Plata permitió llegar a esta definición digna del mejor guión de suspenso, pero quizá Boca no perdió la oportunidad de cerrar el campeonato ante el ´Lobo´, sino mucho antes.
Luego de un furioso arranque de certamen con cuatro victorias al hilo, el equipo de Carlos Ischia estuvo cinco encuentros sin ganar (con apenas dos empates) y una segunda versión del "cabaret" golpeó sus puertas tras el entredicho entre Juan Román Riquelme y Julio César Cáceres.
Llegó nada menos que el superclásico ante River y el ´xeneize´ dio una muestra de unidad como equipo. Desde ahí (fecha 11ª) hasta hoy sólo cayó una vez, ante Vélez, y empató otra, con Gimnasia. El sube y baja también fue un aspecto distintivo en la campaña de Boca en el torneo.
El único del tridente de punta sin tantos puntos altos y bajos a lo largo del fixture, quizá sea Tigre. El ´Matador´ no arrastró grandes rachas positivas o negativas, pero haciendo gala a su virtud de equipo utilitario y oportuno, la mayor racha del equipo de Diego Cagna la transita justamente en esta parte final del torneo, donde lleva cuatro victorias consecutivas.