La Casa Blanca aseguró ayer que es "muy probable" que se logre un acuerdo con el Congreso para financiar el rescate de las tres grandes firmas automotrices de Detroit, pero advirtió que los legisladores demócratas deben dar a conocer rápidamente su propuesta específica.
El plan establece fondos de emergencia para un programa crediticio existente para ayudar a General Motors Corp., Chrysler LLC y Ford Motor Co. a construir vehículos de consumo más eficiente.
Si bien no han sido aún determinados los fondos destinados a este plan, ayudantes legislativos aseguraron que sumarán unos 15.000 millones de dólares.
Los mercados de todo el mundo recibieron las medidas con euforia. Ayer las bolsas en Europa subieron, en promedio, 7% y Asia cerró positiva con un promedio del 3%. Por su parte del Dow Jones cerró la jornada un 3% arriba, mientras que el índice de las tecnológicas (Nasdaq) tuvo un crecimiento algo mayor al 4% (ver recuadro).
Los papeles de las automotrices cerraron con importantes incrementos en la jornada de ayer. Las dos grandes del mercado Ford y General Motors mostraron un repunte de sus acciones del 24% y 20% respectivamente (ver infogramas adjuntos).
"Parece que tenemos un acuerdo sobre esos principios básicos que serían requeridos para que el presidente pueda firmar un proyecto de ley´´ de rescate, dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Dana Perino. Al ser consultada si el acuerdo podría cerrarse en forma inmediata, respondió: "Lo considero altamente probable´´. Pero advirtió que si el Congreso espera efectuar el martes una votación inicial, "parece muy pronto si no hemos visto aún el contenido´´.
Perino insistió en que si los legisladores "desean trabajar con nosotros, cederemos un poco y ellos deberán hacer lo mismo´´. El plan de rescate podría incluir la creación de un panel de supervisión a nivel de gabinete y la posibilidad de retirarles los fondos de ayuda si los supervisores deciden que las empresas no han adoptado las medidas adecuadas para reformarse.
Conforme al plan, las tres empresas podría obtener créditos de emergencia el 15 de diciembre. Tras ello, el supervisor designado por la Casa Blanca redactaría directrices, que deberían estar listas para el primero de año, para la reestructuración de las tres grandes firmas de Detroit.
Si las empresas no adoptan las medidas necesarias en su transformación para el 15 de febrero de 2009, el supervisor podría retirar los créditos. Ello significaría que una persona seleccionada por el presidente George W. Bush establecería las condiciones para la reestructuración de la industria automotriz, aunque alguien seleccionado por el presidente electo Barack Obama tendría facultades para decidir si son cumplidas esas condiciones.
La Casa Blanca es partidaria de un solo supervisor con poderes para cancelar los créditos y hacer que las empresas se declaren en bancarrota si no logran avances en los cambios fundamentales en sus negocios, pero no se descarta la existencia de una junta en lugar de un solo supervisor. A cambio del dinero, las automotrices tendrán que aceptar: limitar los planes compensatorios de sus máximos ejecutivos, cesar el pago de dividendos, entregar al gobierno parte de las ganancias futuras y garantizar que se reembolsará el dinero de los contribuyentes antes que los accionistas, indicó el ayudante.
(AP/Redacción Central)