EL BOLSON (AEB). El trabajo de los bomberos se complicó ayer por la tarde con la sucesión de incendios intencionales que los mantuvieron en vilo.
Pasadas las 15, los autobombas trataron de llegar para apagar las llamas descontroladas en una vivienda precaria del barrio San José, pero se complicó debido a lo inaccesible del terreno, sin vía de entrada y prácticamente sobre la ribera del río Quemquemtreu.
Rápidamente se organizaron con brigadistas del Splif y montaron una línea de motobombas, aprovechando el agua del curso hídrico, aunque los esfuerzos fueron en vano y la casita se quemó por completo.
Allí residían dos hombres solos que tiempo atrás -junto a sus vecinos- habían hecho una ocupación irregular y que ahora se quedaron con lo puesto. Acerca del origen del siniestro, contaron que estaban cocinando en una salamandra provisoria, una brasa tomó contacto con una pared de madera y el fuego se generalizó.
Lo curioso es que a pocos minutos de haberse retirado los servidores públicos tuvieron que retornar al mismo sector, esta vez para apagar un incendio forestal encendido intencionalmente a escasos cien metros del anterior. Con temperaturas de más de 30 grados y escasa humedad, las tareas se dificultaron hasta que otra vez las motobombas se pusieron en marcha desde el río y la acción decidida de los combatientes logró circunscribir el foco.
El jefe del cuerpo activo, Hugo Fernández, reveló allí su preocupación por la sucesión de fuegos iniciados por piromaníacos anónimos. "Ya estamos hablando de 5 o 6 incendios de estas características, por cuanto nos veremos en la obligación de intensificar los controles, a cargo de los organismos de seguridad", anticipó.