BUENOS AIRES (ABA).- Guillermo Moreno está pero no está. El polémico secretario de Comercio Interior es una de las figuras con mayor relevancia interna en el gobierno pero permanece invisible para la sociedad.

La estrategia de comunicación K lo incluye: tiene vedada la posibilidad de dejarse ver en los actos oficiales y aparece lo mínimo indispensable por la Casa Rosada, confirmaron a "Río Negro" fuentes del entorno presidencial. Moreno es el funcionario preferido de Néstor Kirchner, pero sabe que su figura despierta controversias y prefiere mantenerse alejado de las cámaras. "Yo soy un soldado", suele jactarse en la intimidad.

El jueves estuvo en el acto donde se anunció el plan de contingencia para la crisis, pero no se sentó entre el resto de los funcionarios. Se quedó parado en un lateral del salón, escuchando a la presidenta Cristina de Kirchner desde lejos. Sólo un puñado de empresarios se animó a acercarse para saludarlo.

En privado, Moreno fue uno de los funcionarios más consultados por el matrimonio presidencial para definir algunos de los puntos más sensibles del plan, como la rebaja de 5 puntos a las retenciones a las exportaciones de maíz y trigo. Moreno mantuvo reuniones con los Kirchner antes y después de que se hicieran los anuncios e incluso controlará que el plan de contingencia funcione: integrará una "comisión de seguimiento" junto a la ministra de Producción, Débora Giorgi, el ministro de Economía, Carlos Fernández, el titular del Banco Central, Martín Redrado, el jefe de la Anses, Amado Boudou, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi. Durante la crisis agraria, Moreno fue la peor pesadilla de los dirigentes rurales, que lo acusaron de "boicotear" cualquier tipo de acuerdo con el gobierno.

Según distintas fuentes de primera línea del gobierno, la presidenta es la principal impulsora de la estrategia de comunicación que indica que Moreno debe permanecer "invisible" para la sociedad. Cristina no está del todo cómoda con sus métodos de apriete a funcionarios y prefiere mantenerse alejada de su figura. Quien realmente apoya en el gobierno a Moreno es Néstor Kirchner, que no quiere mostrarse débil frente al establishment: cuánto más repudiado sea Moreno por los empresarios, más fuerte se hace puertas adentro del gobierno. El secretario de Comercio Interior se siente cómodo en el rol de "malo": "Yo soy la guardia pretoriana de Néstor", suele decir sobre sí mismo.

NICOLÁS WIÑAZKI