WASHINGTON (DPA).- Los demócratas del Congreso de Estados Unidos ya no opondrán resistencia a que la ayuda financiera a brindarse al sector automotriz de su país provenga de los fondos originariamente previstos para el desarrollo de vehículos de menor consumo, si bien aún no se cuenta con una decisión definitiva.
Según el periódico "Washington Post", es probable que en el Congreso se logre llegar a un acuerdo de 15.000 millones de dólares en concepto de crédito a corto plazo para dicho sector de la industria.
General Motors y el tercer mayor fabricante de automotores de Estados Unidos, Chrysler, aseguraron que necesitan con urgencia 14.000 millones de dólares antes de fin de mes.
Uno de los principales motivos del cambio de postura del ala demócrata podría hallarse en el drástico aumento del desempleo registrado recientemente en Estados Unidos. "El anuncio de más pérdidas de puestos de trabajo y los testimonios de las audiencias del Congreso de los dos días pasados dejan claro que el Congreso debe trabajar sobre una base bipartidaria para proveer asistencia de corto plazo y limitada a la industria automotriz mientras ésta emprende una reestructuración mayor", indicó la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
La declaración se produjo después de que el segundo día de audiencias con ejecutivos de las empresas automotrices finalizara sin arrrojar un acuerdo sobre el pedido de la industria de una ayuda federal por 34.000 millones de dólares.
Pelosi subrayó que, en el caso de que se desviasen como ayuda fondos previstos que en un principio estaban destinados al desarrollo de vehículos más ecológicos, el monto debería ser repuesto para que sean redirigidos cuanto antes.
Los demócratas exigían que la ayuda no proviniera de estos fondos, ya que el desarrollo de nuevos modelos energéticamente económicos sería clave para la supervivencia de la industria automotriz de su país. Con este argumento, hasta ahora se habían pronunciado a favor de que la ayuda se obtuviera del paquete de rescate financiero ya aprobado por el Congreso.
Los directivos de General Motors, Ford y Chrysler comparecieron ante el Congreso el jueves y viernes para pedir apoyo económico por un monto de 34.000 millones de dólares hasta fin del año próximo.
Los programas de saneamiento presentados por las empresas generaron más bien un fuerte escepticismo entre los legisladores.