Hace más de 4 meses fui despedido de una empresa de servicios petroleros por un robo que no cometí. Me despidieron sin causa, para que yo no pueda defenderme legalmente de una mentira y una injusticia. Estas personas, haciendo uso y abuso de autoridad, usaron mi nombre y mi persona para tapar un gasto exagerado de viandas, acusándome de haberlas robado y usado, las cuales gastaron en un supermercado de renombre en Neuquén capital.

Con pruebas y testimonios falsos me despidieron, involucrándome en algo en lo que no tuve nada que ver. Y nunca me dieron la oportunidad ni el derecho a demostrar lo contrario. Llevaba 6 años trabajando en la empresa, con un legajo intachable. Siempre respondí con esfuerzo y compromiso, cumpliendo mi trabajo con responsabilidad.

Hoy estoy saliendo de una depresión, con ayuda profesional y de mi familia y amigos, que me conocen y saben la clase de persona que soy. Esto fue un golpe muy duro a la moral y los principios. Mi reputación fue ensuciada por este grupo de personas que no tuvo escrúpulos para causarme semejante mal, valiéndose de soberbia y poder.

Sé que hay otras denuncias de corrupción y coimas de personas con altos cargos directivos, con años en la empresa, incluso con pruebas y testigos que lo demuestran, y sin embargo se tapan: prueba que la torta es grande y alcanza para todos.

Hace pocos días fui a la empresa para terminar un trámite pendiente y pasé un momento muy feo cuando al cruzarme con ex compañeros de trabajos éstos me evitaron e incluso ignoraron mi presencia. Esa amarga sensación fue la que me impulsó a escribir esta carta, que para muchos no significa nada, pero para mí y la gente que me conoce y aprecia sí.

Tengo que agradecer a mi esposa y a mis hijos por ayudarme a salir del pozo; ellos son los pilares de mi vida y por los que me mantengo en pie. Gracias a mis familiares por la fuerza y la energía positiva que me dieron y me siguen brindando, por todo el cariño. También a los amigos de siempre, que se acercaron y me ofrecieron su ayuda de una u otra forma: gracias por estar y ser como son. Gracias a esos compañeros del grupo de trabajo, a los amigos que coseché en la empresa, que nunca me abandonaron y se preocupan por mí.

Miguel A. Arias, DNI. 22.236.672 - Plottier