PESHAWAR, Pakistán (AFP).- Al menos 27 personas murieron y otras varias decenas resultaron heridas ayer por la explosión de dos coches bomba en otros tantos concurridos mercados, en vísperas de la gran fiesta musulmana del Aid al-Adha, en el noroeste de Pakistán, anunció la policía.
Veintiuna personas murieron y otras 84 resultaron heridas en la explosión de un coche bomba colocado en un mercado del centro de Peshawar, cerca de las zonas tribales donde el ejército paquistaní lucha contra los islamistas cercanos a Al Qaeda, en la frontera con Afganistán.
"Conté 16 cadáveres", había dicho anteriormente a la AFP Jan Abbas, un oficial de la policía de Peshawar. "Más de 70 personas resultaron heridas", añadió otro agente, Shahnawaz Jan, al dar cuenta de un balance previo. Entre las víctimas hay mujeres y niños, según los policías.
En cuanto al atentado en Peshawar, el coche bomba explotó en el exterior de una mezquita chiíta, situada en uno de los mercados más concurridos de esa ciudad de 2,5 millones de habitantes.
"El lugar estaba lleno, la gente compraba para preparar el Aid al-Adha", la principal fiesta musulmana, que se celebra el martes, dijo un testigo. La explosión destruyó un hotel y varios inmuebles cercanos, así como algunas tiendas. Además, causó el pánico entre la muchedumbre. "La explosión fue tan potente que me tiró al suelo", contó a la AFP Iqraruddin, un estudiante de 16 años, que fue atendido en el hospital principal de Peshawar. Según el jefe de la policía, Malik Naveed, se utilizaron al menos 25 kilos de explosivo y el estallido causó un "agujero de más de 1,5 metros de diámetro".
Horas antes, otro coche bomba causó seis muertos al hacer explosión en un mercado en la zona tribal semiautónoma de Orakzai, cerca de Peshawar, dominada por la comunidad chiíta.
Pakistán se enfrenta desde julio de 2007 a una oleada sin precedentes de atentados -la mayoría suicidas- perpetrados sobre todo por los talibanes paquistaníes. Más de 1.500 personas han muerto en todo el país en esos atentados en los últimos 16 meses. El noroeste de Pakistán también es escenario de violencia entre la comunidad sunnita -mayoritaria- y los chiítas, a menudo víctimas de atentados.
Las zonas tribales muy montañosas del noroeste paquistaní, fronterizas con Afganistán, se han convertido desde hace varios años en refugio de los talibanes tanto paquistaníes como afganos, así como de los combatientes de Al Qaeda, la red de Osama Ben Laden, que ha reconstituido en esa zona sus fuerzas. El ejército paquistaní, bajo una intensa presión de Estados Unidos, lanzó una vasta ofensiva en agosto en esas zonas tribales, provocando una intensificación de los atentados en represalia.