Lavan la lana, la tiñen utilizando cáscara de cebolla, hollín o astillas de lapacho, la hilan en el huso o la rueca y confeccionan prendas como lo hacían sus antepasados. Son más de cien mujeres que conforman la Cooperativa Gente de Sumuncura, una entidad que intenta rescatar parte de la cultura mapuche a través de una técnica milenaria que se transformó en una salida laboral y en una fuente de importantes ingresos para la economía familiar.
Según señala Sandra Martínez, vocal del Consejo de Administración, en el 2000 varias mujeres que no tenían trabajo estable decidieron poner en marcha un proyecto con la lana de oveja como materia prima y los conocimientos de sus antepasados. "Surgió con la idea de tener un ingreso y rescatar nuestra cultura mapuche. En ese año la lana no valía nada y decidimos darle valor agregado. Así empezamos. En el 2004 pudimos constituirnos como cooperativa y hoy somos más de cien mujeres en este proyecto".
Con el paso del tiempo y financiamiento del Ministerio de Desarrollo Social de Nación se capacitaron y perfeccionaron técnicas para mejorar la calidad de la producción. "Cada una sabía lo que le había enseñado la madre, la abuela o alguna tía y necesitábamos saber un poco más", señala Martínez. Consiguieron un nexo importante para comercializar a través de la Fundación Avina Patagonia, de San Carlos de Bariloche.
A través del tejido a dos agujas y a telar mapuche, con lana de oveja confeccionan alfombras, caminos, tapices, pulóveres, medias, guantes, chalecos, camperas, ponchos y sacos de mujer que comercializan en el Mercado de la Estepa de Dina Huapi y en comercios de Bariloche y Buenos Aires.