El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, tiene una aprobación de 70%, el índice más alto obtenido por un mandatario electo desde 1990, señala una encuesta publicada ayer.
La consulta, realizada por Datafolha y publicada en el diario Folha de San Pablo, indica que siete de cada diez brasileños califican a Lula como óptimo o bueno.
De este modo, el presidente, a quien le restan dos años de mandato, superó su record de popularidad anterior, que en septiembre último alcanzaba a 64%.
El sondeo, de cuyo resultado también dio cuenta ANSA, se realizó entre el 25 y 28 de noviembre, y muestra que en los últimos meses la imagen de Lula mejoró entre los ciudadanos de mayor nivel educativo (9 puntos) y en los que viven en el sureste (9 puntos), región donde se encuentran las grandes capitales.
Al igual que en otras encuestas, el mandatario logró sus mejores índices en la región noreste, la más pobre del país, donde obtuvo 81%. La encuesta señala que 72% de los brasileños están al corriente de la crisis financiera y pese a ello el 78% espera que 2009 sea mejor que 2008.
El director de Datafolha, Mauro Paulinho, opinó que los efectos de la crisis económica aún no se sienten en la vida cotidiana, pese a que varias empresas anunciaron despidos.