BUENOS AIRES.- La Justicia instó a investigar la ruta de los 800 mil dólares que quiso ingresar a la Argentina Guido Antonini Wilson y apuntó a saber si el dinero salió de las arcas de la petrolera estatal venezolana PDVSA, pero ratificó que no hay pruebas para creer que el ex funcionario kirchnerista Claudio Uberti fue un cómplice del "contrabando" y el "lavado de dinero".
Así lo resolvió ayer la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico, al confirmar la falta de mérito de Uberti, el ex jefe del OCCOVI (órgano de control de concesiones viales) que admitió haber autorizado al venezolano Antonini Wilson a viajar en agosto de 2007 en su mismo avión.
No obstante, los camaristas conminaron al juez de primera instancia Daniel Petrone a "extremar rigurosamente las medidas" para interrogar a los prófugos de la investigación -Antonini Wilson y el ex jefe de PDVSA y su hijo, Diego y Daniel Uzcátegui- y le ordenó orientar la investigación hacia la pista del "contrabando agravado" y el "lavado de dinero", que tienen penas de 2 a 10 años y de 3 a 6 años de cárcel, respectivamente.
Los jueces advirtieron que la excusa de Antonini Wilson diciendo que en la maleta había "libros" y "papeles" no fue "una simple mentira", sino que "se intentó burlar el control aduanero (lo que casi se logra) e ingresar las divisas sin declararlas" que sumaban 790.550 dólares, pese a que el dinero "estaba ´únicamente´ dentro de una valija", más allá de que no hubiera "un doble fondo o hubiera estado envuelto".
En ese marco, el fallo plantea que "resultaría relevante determinar si el dinero incautado provino de la empresa PDVSA".
En la madrugada del 4 de agosto de 2007 Antonini Wilson llegó al aeroparque Jorge Newbery a bordo de un avión Cessna de la empresa Royal Class que había salido desde Venezuela con sus conciudadanos y directivos de PDVSA Daniel David Uzcátegui Specht, Wilfredo Avila Driet, Ruth Behrends Ramírez y Nelli Cardozo Sánchez.
En el vuelo, originalmente, se esperaba sólo a Exequiel Espinosa, titular del ENARSA (empresa nacional de energía), junto a Uberti y su asistente Victoria Bereziuk.
La Fiscalía había acusado a Uberti de ser parte de la maniobra, al sostener que el ex funcionario mintió al decir que no había conocido a Antonini Wilson previo al viaje y porque se encontraron registros donde se reportarían los contactos telefónicos entre el ex jefe del OCCOVI y el empresario venezolano.
Sin embargo, la Cámara rechazó que eso alcance para "atribuirle al ex funcionario alguna intencionalidad" y reseñó que "al ignorar el contenido de aquellas comunicaciones no puede conjeturarse que se hayan llevado a cabo como consecuencia de la pretendida participación culpable de Uberti y descartar, sin alguna constancia concreta, las explicaciones del imputado".