Más allá de su valor boxístico, la pelea de esta noche entre el mexicano-estadounidense Oscar De La Hoya y el filipino Manny Pacquiao es un show taquillero, que enfrenta a dos púgiles en diferentes etapas de su campaña deportiva.
La pelea generará ganancias cercanas a los 100 millones de dólares, con 65 por ciento para De La Hoya y 35 para Pacquiao.
Para De La Hoya será la segunda bolsa dentro del ring, después de la obtenida frente a Floyd Mayweather, aunque especialistas en el tema consideran que el púgil nacido en Los Ángeles podría romper récords, como resultado de los ingresos provenientes de la "Golden Boy Promotions", de la cual es propietario y organiza el festival.
Pero no fue obra del azar que el "Golden Boy" enfiló su maquinaria para vérselas con Pacquiao, para muchos el mejor boxeador "libra por libra" del pugilismo en la actualidad, monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en los pesos livianos y el primer asiático con títulos en cuatro categorías diferentes.
Otra "Pelea del Siglo" que mediante una gran difusión y mucho dinero en juego busca rescatar la decadente credibilidad del boxeo actual.