Independiente se acostumbró a gritar fuera de casa y anoche fue con corte de racha y todo. Venció a Quilmas por 92-86 y terminó con el invicto del "Cervecero" en el Once Unidos de Mar del Plata. El "Rojo" hizo un gran partido y se levantó del bajón en el tercer cuarto para seguir como la gran revelación de la Liga Nacional de básquet.
Con un buen trabajo colectivo, el quinteto neuquino dejó en claro que iba a dar pelea. Brice Assie y Cedric Moodie golearon parejo, Federico Marín -la figura de la noche- apareció en momentos determinantes y a partir de ahí, el visitante empezó a construir una victoria que no admite discusión.
Las señales que tiró en el cuarto inicial, las confirmó en el segundo y antes de ir a los vestuarios, Independiente sacó una buena luz, que finalmente se cerró en 6 (47-41) cuando sonó la chicharra.
A la vuelta, el equipo de Mauricio Santángelo siguió con el dominio, pero al promediar el parcial se quedó, Quil-mes metió un parcial de 10-0 y parecía que se le venía la noche al "Rojo". Sin embargo, defendió a morir y si bien es cierto que el local pasó al frente, no pudo escaparse y la brecha fue mínima.
Así, llegaron al final muy parejos y el triunfo iba a quedar en manos del más regular. Marín fue clave, los extranjeros rindieron y hasta Nathan Mielke cumplió, como para que lo tengan en cuenta a partir de enero. Fue triunfo, inobjetable, para seguir como escolta de Atenas, que anoche hizo historia: venció a Olímpico 83-61 y alcanzó el récord de 17 éxitos seguidos que tenía Peñarol, desde la 93/94.