WASHINGTON (AFP/AP) - La tasa de desempleo en Estados Unidos se elevó en noviembre a su máximo nivel en 15 años, dejando a más de medio millón de trabajadores en la calle, una tendencia que se extiende por todo el mundo, pese a los esfuerzos de gobiernos y bancos centrales por atajar la recesión.
Consecuencia directa de la crisis económica, los precios del barril de petróleo volvieron a caer ayer a sus niveles más bajos desde enero de 2005, cerrando en menos de 40 dólares en Londres y cerca de los 40 dólares en Nueva York. Las bolsas europeas también operaron con pérdidas contundentes, deprimidas por la vorágine devastadora de la crisis, mientras las americanas se recuperaron hacia el final pese a los datos de empleo.
Nueva York terminó en fuerte alza gracias a una recuperación de los valores financieros: el Dow Jones ganó 3,09% y el Nasdaq 4,41%. En América Latina, Sao Paulo subió 0,63, Buenos Aires ganó 0,76% y México 0,83%. París se hundió un 5,48%, mientras que Fráncfort perdió 4%, Londres 2,74% y Madrid 3,90%.
El departamento estadounidense de Trabajo anunció que la economía nacional perdió en noviembre 533.000 empleos, sobrepasando ampliamente las previsiones de los analistas, y el nivel de desempleo aumentó al 6,7%.
La pérdida de empleos afectó fábricas, compañías de construcción, firmas financieras, minoristas y varias ramas de la economía, incluyendo el turismo.
El presidente George W. Bush declaró que "los datos de desempleo de hoy reflejan el hecho de que nuestra economía está en recesión", dijo Bush.
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, abogó por su parte por un esfuerzo "urgente" para reintegrar a los desocupados en el mercado laboral y estimular la economía. "No hay respuestas rápidas ni fáciles para esta crisis, que se ha venido fraguando durante muchos años, y es probable que las cosas vayan a peor antes de mejorar", declaró Obama. "Pero es hora de responder con una determinación urgente para reintegrar a la gente en el trabajo y poner de nuevo en marcha nuestra economía", agregó el presidente electo.
Las cifras estuvieron precedidas por una nueva serie de supresiones de empleos en grandes compañías estadounidenses como AT&T, DuPont ó Viacom . (ver info) El futuro del sector del automóvil es uno de los grandes interrogantes de la crisis. Los Tres Grandes de Estados Unidos, General Motors, Ford y Chrysler, necesitan, según han defendido ante el Congreso, 34.000 millones de dólares del gobierno para evitar la quiebra y poner a más de tres millones de personas en la calle. El grupo japonés Honda anunció que se retiraba de la Fórmula Uno . El grupo automovilístico germano-alemán, BMW, registró una caída de sus ventas de 25%.
El parlamento alemán aprobó un paquete de estímulos económicos de 32.000 millones de euros, mientras el gobierno sueco propuso medidas por 960 millones de dólares para impulsar el mercado laboral y la industria.