SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A partir del próximo martes 23 el transporte público de pasajeros deberá adoptar la tarjeta electrónica recargable como único medio para el cobro de pasajes, pero hasta ahora no existe promoción del sistema y tampoco está claro dónde y cómo se obtendrán los plásticos.
En la misma resolución por la cual dispuso en setiembre pasado el último aumento de tarifas, el Ejecutivo municipal impuso la obligación de erradicar "en 90 días" el manejo de dinero en los colectivos.
El gremio que agrupa a los choferes advirtió también que desde el 23 no habrá más corte de boletos. El director de Tránsito y Transporte del municipio, Alejandro Valdés, dijo que el plazo está en plena vigencia y entiende que las empresas Codao y Tres de Mayo lo tienen en cuenta "porque no pidieron ninguna prórroga".
Admitió no obstante que quedan "muchos temas por resolver" y el martes habrá una nueva reunión entre las partes.
Desde hace varios años la tarjeta recargable está disponible para los usuarios y convive con el viejo boleto de papel vendido a bordo, que de hecho cuesta un 10% más. Aun así, sólo un pasajero de cada cuatro emplea el sistema prepago.
El municipio advirtió que la tradicional boletera a cargo del chofer no va a desaparecer del todo y quedará a disposición del turista y de cualquier otro viajero desprevenido, aunque deberá abonar por lo menos el doble que con la tarjeta.
El vocero de la empresa Tres de Mayo, Manuel Carrasco, aseguró ayer que ya tienen compradas las tarjetas y las máquinas, pero opinó que "va a ser muy problemático plantear el cambio el día 22".
Dijo que la única implementación posible será "en forma paulatina" y así lo planteará la Tres de Mayo en la reunión del martes. La idea sería empezar "con una o dos líneas" como prueba, para extender luego al resto del servicio. Recordó que la imposición "no surgió de un acuerdo sino de una resolución del intendente" y que "desde el primer momento" las prestadoras dijeron que "iba a ser muy difícil adoptar el boleto electrónico en este lapso".
El transporte urbano en Bariloche traslada alrededor de un millón de pasajeros por mes y las empresas tienen actualmente sólo ocho lugares de expendio y carga de tarjetas.
Allí reside el principal obstáculo operativo, porque el municipio considera que los quioscos y locales habilitados deberían ser no menos de 50. Las empresas prestadoras saben que por ese servicio deberán pagar una comisión de alrededor del 5%, lo cual no está contemplado en la tarifa.
