El jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa, el patriarca Alexis II, murió hoy a los 79 años, al cabo de una agitada vida en la que restauró la influencia del cristianismo tras la caída de la atea Unión Soviética y chocó repetidamente con la Iglesia Católica, a la que acusaba de querer robarle fieles.
"El santo patriarca falleció por la mañana en su residencia de Peredelkino", cerca de Moscú, anunció el jefe del servicio de prensa del Patriarcado de Moscú, Vladimir Viguilianski, citado por las agencias de noticias rusas Interfax e Itar Tass.
El portavoz no precisó la causa de muerte, pero el patriarca ruso sufría del corazón desde hacía años.
Alexis se convirtió en el líder de su Iglesia en 1990, justo cuando el régimen soviético, oficialmente ateo, comenzaba a suavizar las restricciones a la práctica religiosa.
Luego de la implosión soviética, y con el apoyo decidido del Kremlin, Alexis logró restablecer la influencia y popularidad de su Iglesia, que, con una cifra estimada de 90 millones de fieles, es la más numerosa de todas las iglesias ortodoxas del mundo.
"Estoy conmovido. Sentía un inmenso respeto por él", dijo a la agencia Interfax del último presidente soviético, Mijail Gorbachov, padre de la Perestroika, bajo la que se orquestó la apertura del régimen.
Alexis II era una figura muy respetada en Rusia y presente en la política y los medios de comunicación, así como muy cercano al primer ministro y ex presidente ruso, Vladimir Putin.
El patriarca se quejó en repetidas ocasiones de lo que veía como intentos de otras iglesias cristianas, en especial la católica, de captar fieles que según su opinión debían ser ortodoxos rusos.
Así fue que durante su gestión tuvo momentos de tensión con la Iglesia Católica, a la que acusaba de "proselitismo", e incluso se negó a recibir al papa Juan Pablo II cuando visitó Rusia.
El Vaticano dijo que recibió la noticia del fallecimiento con "sorpresa y dolor".
"Al patriarca Alexis II correspondió guiar a la iglesia en un período de gran transformación", dijo en el Vaticano el secretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Brian Farrel.
Alexis "fue capaz de desempeñar esta tarea con gran sentido de responsabilidad y de amor a la tradición rusa"", agregó Farrel.
Nacido como Alexei Mikhailovich Ridiger el 23 de febrero de 1929 en Tallinn, Estonia. Hijo de un sacerdote, Alexis acompañaba a sus padres a peregrinajes a iglesias y monasterios, y ayudó a su padre a dar los sacramentos a prisioneros de campos de concentración nazi en Estonia.
Ordenado en 1950, Alexis progresó a través de la jerarquía ortodoxa hasta ser consagrado obispo de Tallinn y Estonia en 1961. Télam |