Viernes 05 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 26 > Sociedad
El "boom" por los hielos
por Claudio Andrade

El accidente del crucero Explorer, ocurrido en noviembre del 2007, fue una señal de alarma. En muchos sentidos este hundimiento, que involucró a 100 turistas y 54 tripulantes, estableció un límite a partir del cual el turismo internacional debería haber comenzado a replantearse sus sistemas de operaciones y seguridad en zonas de alto riesgo. ¿Sirvió la lección que dejó esta embarcación de una prestigiosa empresa canadiense? Es una pregunta que queda por contestar.

El crecimiento sostenido de visitantes a la Antártida ha desembocado en una ecuación simple y preocupante: a mayor cantidad de barcos con turistas, es mayor también la posibilidad de que se desarrollen situaciones de peligro. Las razones siempre han estado allí y no han sido negadas por los especialistas. No abundan las tripulaciones experimentadas en viajes al continente blanco y no todos los barcos poseen la cobertura adicional o específica que se requiere para circular en esas aguas donde abundan los icebergs y desprendimientos de hielo, sólo por mencionar un par de obstáculos.

Un mes después del accidente del Explorer, otro barco tuvo problemas en la Antártida. Se trataba del crucero noruego "Fram", que transportaba a 256 pasajeros y 70 tripulantes. Luego de sufrir un desperfecto técnico quedó a la deriva y chocó contra un iceberg al norte de la península Antártica.

Crisis financiera aparte, el boom antártico seguirá su ascenso en la medida en que una clase social acomodada busque geografías vírgenes para conocer. Poner un pie en la Antártida se ha vuelto una membresía, un tatuaje para quienes aman recorrer el planeta. Durante el verano 2006/7 más de 130 buques recalaron en el puerto de Ushuaia, la mayoría con destino blanco, según estadísticas de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO).

El continente ya recibe cada año alrededor de 46.000 turistas por temporada. Una cifra que sorprende a los mismos involucrados en su comercialización. Recordemos que estamos hablando de tours que oscilan entre los 1.000 dólares (el más económico) y los 10.000 (en barcos más pequeños de considerable lujo).

Esta temporada 2008/9 todo sigue igual. Según el Instituto Fueguino de Turismo, en el actual calendario no se han realizado modificaciones ni se hacen notar mermas en la cantidad de buques que llegarán a Ushuaia con destino a la Antártida. En setiembre de este año, "Río Negro" entrevistó a Pedro Cid, especialista chileno en temas antárticos, quien aseguró que "El incremento de la actividad turística en la región ha hecho que las empresas del sector se sobredimensionen y tomen riesgos en términos logísticos y de personal para abaratar costos, con el consecuente sacrificio de algunas normas de seguridad".

 

Claudio Andrade
candrade@rionegro.com.ar

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