Miércoles 03 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 28 > Sociedad
Apareció envenenado otro cóndor protegido
"Kuyhana" era una hembra juvenil que pertenecía al programa de conservación. Es el tercer caso en el año en la zona de Cona Niyeu. Concientizan a pobladores.

SAN ANTONIO OESTE (ASA) - Un nuevo ejemplar de cóndor andino perteneciente al programa de conservación de la especie, que coordina el zoológico de Buenos Aires, fue hallado envenenado el viernes.

El ave, una hembra juvenil llamada ´Kuyhana´, había sido liberada en setiembre junto con otros tres cóndores protegidos, y fue encontrada sin vida en el paraje ´Cona Niyeu´, a pocos metros del lugar en el que hace poco más de dos meses apareció envenenado ´Malki´, un macho de 7 años de edad que formó parte de la primera suelta de ejemplares efectuada en el 2003.

La nueva pérdida es la tercera que se registra en lo que va del año, ya que en julio se produjo el deceso de otra hembra, llamada "Mahuida", que apareció muerta por envenenamiento junto al cadáver de un caballo que había sido utilizado como cebo para eliminar a los zorros y a los pumas que se alimentan de las ovejas y los corderos de cuya cría viven los habitantes del paraje.

Según la necropsia realizada "Kuyhana" murió envenenada por plomo, ya que "seguramente se alimentó con los restos de algún animal que fue ultimado con una bala de ese material, que al ser más económicas son las que los pobladores usualmente utilizan para matar a los pumas, y la acción de este tóxico, cuyos vestigios quedan alojados en los cadáveres que se encuentran a cielo abierto, produjo la muerte del ejemplar", explicó Walter Kaufman, el jefe de campo del programa nacional.

El profesional se mostró alarmado porque "en un radio de alrededor de 17 km ya perdimos tres aves del programa, y por eso iniciamos una campaña de concientización para tratar de que los habitantes del lugar entiendan que los métodos usados para eliminar a los depredadores de su ganado atentan contra una especie en peligro de extinción que estamos tratando de preservar ".

Kauffman explicó que "cada animal muerto que los lugareños encuentran a cielo abierto es envenenado ya sea con estricnina o con un plaguicida llamado ´carborán´, y alrededor de ellos además se entierran trampas y esto termina agrediendo a los cóndores, que al ser carroñeros mueren al alimentarse de esos cuerpos o se lastiman con las trampas".

Aunque lo ideal sería prescindir de venenos "algo tan simple como enterrar los cuerpos envenenados y dejar expuestas las trampas preservaría a las aves protegidas", apuntó el profesional.

En el marco de la campaña iniciada luego de la muerte de ´Malki´ el técnico visitó a los cuidadores de los campos que se extienden por la zona en cuestión "porque con un pequeño cambio en los métodos utilizados para preservar a su ganado, también contribuirían con la preservación de los cóndores andinos" destacó.

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